La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. pronostica que 2024 estará entre los 10 años más calurosos en la historia de las observaciones
El mes pasado probablemente fue el febrero más cálido jamás registrado, según un informe de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés).
Aunque el análisis de datos aún no ha terminado, tres científicos explicaron a Reuters que, debido al cambio climático y al calentamiento del océano Pacífico oriental conocido como el fenómeno de El Niño, febrero pudo haber tenido la temperatura promedio global más alta en la historia de las observaciones de ese mes.
Las cifras finales se publicarán alrededor del 14 de marzo y, de confirmarse los pronósticos, febrero marcaría el noveno récord de temperatura mensual consecutivo.
En este sentido, la semana pasada, Karin Gleason, científica atmosférica de la NOAA, aseguró que “la primavera llegó temprano”. Las condiciones climáticas provocaron que las plantas florecieran antes de lo usual desde Japón hasta México, dejaron las pistas de esquí sin nieve en Europa y las temperaturas llegaron hasta los 38 grados centígrados en el estado de Texas (EE.UU.).
Las preocupaciones crecen ya que las altas temperaturas conducen a un aumento en las muertes relacionadas con el calor en verano, comentó Jane Baldwin, científica atmosférica de la Universidad de California en Irvine. “El calor es un asesino silencioso sustancial”, afirmó.
A su vez, Gleason señaló que estiman que El Niño se disipará a mediados de 2024 y podría dar paso rápidamente al fenómeno contrario, La Niña, que se caracteriza por el enfriamiento del Pacífico oriental.
En este contexto, la NOAA predice que hay un 22 % de posibilidades de que 2024 rompa el récord de 2023 como el año más caluroso desde que se tienen registros, y más de 99,9 % de posibilidades de estar entre los 10 años más calurosos observados.