El diario británico ha informado este martes sobre el supuesto ataque informático del móvil del fundador de Amazon
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, habría ‘hackeado’ en 2018 el teléfono móvil del fundador y director ejecutivo de la compañía estadounidense Amazon, Jeff Bezos, informó este martes The Guardian.
El diario británico, que cita fuentes familiarizadas con el asunto, asegura que el móvil de Bezos fue pirateado en 2018, después de que el 1 de mayo de ese año recibiera un mensaje cifrado de WhatsApp con un archivo de vídeo malicioso que, aparentemente, había sido enviado desde la cuenta personal de Bin Salmán.
Según un análisis forense digital, resulta “altamente probable” que dicho ataque informático tuviera su origen en el mensaje del príncipe heredero saudita, sostiene una fuente.
The Guardian indica que Bin Salmán y Bezos habían mantenido una comunicación “amigable” a través de WhatsApp hasta ese momento. Asimismo, el medio detalla que se extrajeron grandes cantidades de datos del teléfono del que entonces era el hombre más rico del mundo. No obstante, se desconoce qué información fue pirateada y de qué manera se utilizó.
Por su parte, la Embajada de Arabia Saudita en EE.UU. ha tildado la noticia del medio británico de “absurda”. “Solicitamos una investigación sobre estas afirmaciones para que podamos tener todos los hechos”, reza el mensaje publicado por ese organismo en su página oficial de Twitter.
Bezos y el caso Khashoggi
El pasado mes de marzo una investigación señaló a Arabia Saudita como responsable del ‘hackeo’ el teléfono móvil del dueño de Amazon para tener acceso a su información privada en una presunta venganza por la cobertura que The Washington Post, que pertenece a Bezos, hizo del asesinato de su columnista saudita Jamal Khashoggi.
En enero de 2019, el tabloide estadounidense The National Enquirer filtró fotos íntimas en las que Bezos aparece con Lauren Sánchez Whitesell, una mujer casada, lo que habría llevado a divorciarse de su esposa MacKen.
Gavin De Becker, experto en seguridad que llevó a cabo la investigación sobre la filtración de las fotos, dijo que los especialistas sauditas son capaces de recolectar “una gran cantidad” de datos de los dispositivos “sin dejar ningún rastro”.