El presidente Daniel Ortega de Nicaragua envía mensaje conciliador a Costa Rica, que fue respondido prácticamente de inmediato por el mandatario tico, Luis Guillermo Solís.
A sólo dos días después que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, hiciera el anuncio y disposición de llegar a normalizar las relaciones con el vecino Costa Rica, el mandatario tico, Luis Guillermo Solís, le envió una respuesta prácticamente directa.
Y es que el costarricense deja en claro que existen dos condiciones para el restablecimiento de las relaciones binacionales. Ortega hizo un mensaje público y abierto el pasado 5 de diciembre, cuando recibía las credenciales del nuevo embajador tico en Managua, llamado Eduardo Trejos, bastante conciliador.
Ortega dijo “Nicaragua tiene la mayor, yo diría la infinita, no mayor, la infinita Buena Voluntad de que nuestras relaciones sean las más fraternas. Porque yo diría que los temas que más nos han provocado fricción están en la Corte, y Nicaragua en eso, y también Costa Rica lo reconocemos, partimos de un principio: respetamos lo que dictan las Cortes”.
Pero el gobernante tico dijo que para restablecer las relaciones “esa confianza se basa, principalmente, en cosas concretas. ¿Cuáles son los hechos concretos que yo esperaría que sirvan de base para reconstruir esa relación?”.
Solís dijo “en primer lugar, el pago de las indemnizaciones que fueron ordenadas por la Corte Internacional de Justicia a Nicaragua y un segundo tema, pero no menos importante, el retiro definitivo e incondicional del personal militar nicaragüense que se encuentra ubicado en un pequeño campamento que está en territorio costarricense y que ya fue denunciado por la Cancillería en una declaración de hace pocos días”, manifestó.
El canciller costarricense Manuel González dijo que si se miran signos positivos para restablecer las condiciones, hasta se podría “abrir un compás de espera” adicional para que Nicaragua pague la indemnización de $6 millones por los daños ambientales causados en isla Calero, cuando trabajadores nicaragüenses abrían canales artificiales en un humedal invadido en el 2010, según el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).