Esta actividad militar de EE.UU. está destinada a garantizar la libertad de vuelo en el territorio en disputa en el mar de la China Meridional y defender a sus aliados en la región de Corea del Norte
El Departamento de Defensa de EE.UU. por primera vez en 10 años ha enviado una escuadrilla de bombarderos estratégicos súper maniobrables B-1B Lancer al océano Pacífico, informa el canal de televisión KHON, citando al comando regional de EE.UU. (PACOM, por sus siglas en inglés).
Los aviones llegarán a la base aérea de Andersen en la isla de Guam (en el archipiélago de las islas Marianas, EE.UU.) el sábado 6 de agosto, donde sustituirán a los bombarderos B-52. Para el mantenimiento de las aeronaves a la base también serán enviados alrededor de 300 miembros de la Fuerza Aérea de EE.UU.
Los B-1B Lancer se transferirán a Guam desde la 34ª escuadrilla expedicionaria de bombardeos que en la primera mitad del 2015 participó en operaciones en Siria, Irak y Afganistán, según informa KHON. Las tripulaciones de los cazas volaron un total de 7.000 horas, completando 630 misiones.
“Garantizar la libertad y defender”
Los aviones de la base de Guam patrullarán el mar de la China Meridional y la península de Corea. En el primer caso, esta actividad militar de EE.UU. está destinada a mostrar a los chinos que tienen la intención de garantizar la libertad de vuelo y la navegación en aguas internacionales y el espacio aéreo, a pesar de las reivindicaciones territoriales de Pekín en la región.
En el segundo caso, Washington envía un mensaje claro a las autoridades de Corea del Norte de que tienen la intención de defender a sus aliados en la región: Corea del Sur y Japón. La transferencia de los cazas B-1B Lancer, se lleva a cabo en el contexto de las últimas pruebas de misiles de Pionyang que Washington ha condenado enérgicamente una vez más.
El B-1B Lancer es un bombardero estratégico supersónico con ala de geometría variable. Puede transportar hasta 56 toneladas de misiles y bombas. Fue diseñado en un esfuerzo de romper la defensa antiaérea al realizar vuelos sobre el terreno a una altitud ultrabaja, que lo distingue de los bombarderos B-52, que pueden transportar armas nucleares.
Escudo antimisiles estadounidense en Corea del Sur
Mientras tanto, no es la única actividad militar de EE.UU. en la región. El pasado 8 de julio, Washington, en una decisión conjunta con Seúl, anunció que desplegará el sistema de misiles THAAD (Defensa Terminal de Área a Gran Altitud) en Corea del Sur, que deberá entrar en funcionamiento a finales del año 2017.
El escudo de defensa aérea avanzado deberá reforzar el arsenal de Seúl en medio de la crecientes amenazas nucleares por parte de Corea del Norte. “Corea del Sur y EE.UU. han tomado la decisión conjunta de implementar el sistema THAAD como parte de una acción defensiva para garantizar la seguridad de la República de Corea y a nuestra población de las armas nucleares de Corea del Norte, las armas de destrucción masiva y amenazas de misiles balísticas”, se dice en el comunicado del Ministerio de Defensa Nacional de Corea del Sur.
Moscú y Pekín, por su parte, coinciden en señalar que esta iniciativa supone un grave daño para la seguridad estratégica de los países vecinos de la región asiática, aseguraron fuentes del Ministerio ruso de Exteriores.
Asimismo, el Ministerio ruso de Exteriores aseguró que, en el marco del acuerdo de cooperación entre Rusia y China para la estabilidad estratégica global, ambos países “han acordado desarrollar la coordinación de sus esfuerzos con el objetivo de alcanzar una mayor efectividad y fiabilidad en la protección de sus intereses nacionales”.