La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha manifestado este viernes su alarma ante la “represión masiva” contra manifestantes que está teniendo lugar en Venezuela, donde al menos 943 personas han sido detenidas desde el 21 de enero, entre las que se encuentran 120 menores de edad.
“La CIDH manifiesta su alarma ante la represión masiva contra manifestantes en Venezuela, así como por las preocupantes cifras de detenciones arbitrarias registradas”, ha señalado la organización. “La CIDH urge a las instituciones del Estado a cesar la represión, a garantizar los derechos de las personas privadas de la libertad y, especialmente, a poner en libertad inmediatamente a toda persona detenida de manera arbitraria”, ha añadido la comisión en un comunicado.
Agentes del Estado a cargo de las detenciones habrían identificado a personas que acudieron a las manifestaciones contra el Gobierno para luego irrumpir en sus hogares con el fin de privarlas de su libertad sin presentar orden de captura ni autorización judicial para la entrada y registro del domicilio, según ha denunciado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Asimismo, la Comisión ha subrayado que mientras los detenidos permanecen bajo custodia, no se les ha permitido en ningún momento comunicarse con sus familiares. Por otro lado, no han tenido acceso a una defensa, por lo que ha asegurado se han producido “violaciones a la integridad personal”.
“La CIDH manifiesta su profunda preocupación ante las constantes alegaciones sobre prácticas de tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes cometidos en el contexto de la privación de libertad, así como respecto a las violaciones al debido proceso, tales como el procesamiento de civiles en la jurisdicción penal militar”, ha asegurado la presidenta de la CIDH, Margarette May Macaulay.
La crisis política
El 23 de enero, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó se autoproclamó “presidente encargado”, en respuesta a la decisión del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de iniciar el 10 de enero un segundo mandato que ni la oposición ni gran parte de la comunidad internacional reconocen porque dicen que se basa en unas elecciones presidenciales, las del 20 de mayo, no democráticas.
Guaidó se ha fijado como ‘hoja de ruta’ cesar la “usurpación del poder” y crear un gobierno de transición que conduzca a la celebración de unas elecciones “libres”. Estados Unidos, Canadá y la mayoría de los países de la región le han reconocido como “presidente encargado” y le han ofrecido su apoyo en esta “transición democrática”.
En esta semana, 43 personas han muerto por los disturbios, de acuerdo con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y más de 900 han sido detenidas, según los datos actualizados este jueves por la ONG venezolana Foro Penal.