Las mujeres dicen que se sintieron impulsadas a contar su historia tras la afirmación de Trump de que nunca ha actuado contra la voluntad de las mujeres.
Dos mujeres que acusan a Donald Trump de tocarlas inapropiadamente y dicen que nunca reportaron al millonario ante las autoridades, hablaron con The New York Times.
Ambas afirman que contaron los incidentes a amigos y familiares, los cuales confirmaron las historias al diario.
En un artículo el Times revela los nombres de las mujeres y los desagradables encuentros que dicen tuvieron con el magnate que ahora es candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos.
Jessica Leeds, de 74 años, residente de Manhattan, dijo al diario que cuando escuchó decir a Trump durante el segundo debate presidencial el domingo, que nunca había besado y tocado las partes íntimas de mujeres sin que ellas se lo permitieran, y que solo lo decía para ensalzar su hombría, ella sintió que él mentía y afirma que “quiso romper la pantalla”.
Leeds dice que hace más de tres décadas, cuando viajaba por negocios para una compañía fabricante de papel, le tocó sentarse detrás de Trump en la cabina de primera clase de un vuelo a Nueva York.
La mujer afirmó al diario que unos 45 minutos después de que el vuelo iniciara, el millonario, a quien no había conocido antes, y con quien había estado hablado ligeramente hasta que sirvieron la comida, de pronto levantó el brazo de su asiento y comenzó a tocarla.
Agrega que al principio le tocó la parte superior del cuerpo y ella no lo evitó del todo, pero señala que cuando trató de meterle la mano debajo de la falda, se levantó y se fue al final del avión.
“Parecía un pulpo”, señaló. “Sus manos estaban por todas partes”, dice Leeds.
La exejecutiva dice que no se quejó con la aerolínea o las autoridades, pero contó la historia a por lo menos a cuatro personas cercanas a ella, las cuales hablaron también con The New York Times.
Una segunda mujer de Ohio, Rachel Crooks, contó al diario una historia similar.
Crooks señala que tenía 22 años cuando era recepcionista del Grupo Bayrock, una compañía de inversiones en bienes raíces y desarrollo que tenía una oficina en la Torre Trump en Manhattan.
Ella dice que una mañana en 2005 se encontró con Donald Trump afuera de un ascensor en el edificio, y consciente de que su empresa tenía negocios con el magnate, ella se presentó y se dieron la mano, pero Trump no la soltó.
En su lugar, recuerda que él comenzó a besarla en las mejillas y luego afirma “me besó directamente en la boca”.
No sentí que fuera un accidente, señala, “lo sentí como una violación”. La mujer dijo al New York Times que estaba muy disgustada de que Trump hubiera pensado que “ella era tan insignificante como para él hacer eso”.
Crooks dice que al regresar a su escritorio llamó de inmediato a su hermana y le contó lo sucedido. Su hermana se molestó mucho, indica la mujer, y le preguntó si no se habría equivocado y a lo mejor él solo trató de besarla en la mejilla. “No, él me besó en la boca”, recuerda, y pensó “eso no es normal”.
Posteriormente, la mujer dice que regresó a su casa y le contó el incidente a su novio de entonces, quien lo confirmó al New York Times.
Las historias de Leeds y Crooks no han sido publicadas antes reitera el diario, pero indica también que se asemejan a las de otras mujeres que han acusado a Trump de manosearlas. Temple Taggart, una ex Miss Utah, dice que el millonario la besó en la boca una vez cuando ella era candidata a reina de belleza y tenía 21 años.
El nominado republicano “sumamente enojado”, dice el New York Times, negó todas las historias en una entrevista telefónica. “Nunca ocurrió”, dijo gritando al periodista del diario que le preguntó al respecto.
El Times afirma que Trump acusó al diario de inventar las acusaciones para perjudicarlo y prometió demandar si las reportaba.
Luego del debate del domingo, Leeds dice que escribió al New York Times y luego tuvo una serie de entrevistas con representantes del diario. Crooks, que ahora trabaja para una universidad dice que después de leer en mayo un artículo en el Times sobre cómo trata Trump a las mujeres, la impactó la historia de Taggart sobre cómo el magnate la besó en la boca.
Ambas mujeres dicen que apoyan a Hillary Clinton para presidente y Crooks ha donado menos de $200 al presidente Barack Obama y a Hillary Clinton.
dicen que quieren que el público sepa que el verdadero Donald Trump es igual a lo que él ha descrito solo como “conversaciones entre hombres en el gimnasio”.Crooks afirmó que el comportamiento de Trump “es intrusivo y es real”.