Un analista pakistaní insta a ampliar el diálogo internacional en este ámbito “para apoyar la estabilidad global y evitar una confrontación nuclear”
Hoy en día, existen más potencias nucleares que durante la Guerra Fría, lo que complica la situación en la seguridad global, afirmó Naim Salek, director ejecutivo del Instituto de Visión Estratégica, con sede en Pakistán, en una entrevista al redactor jefe de Russia in Global Affairs, Fiódor Lukiánov, publicada este lunes.
“Como se sabe, en la Guerra Fría los competidores fueron dos potencias, la Unión Soviética y EE.UU., cuyos aliados recibieron garantías de seguridad, nucleares incluidas. Reino Unido y Francia, que obtuvieron armas nucleares, también fueron parte de la estructura existente. China, en aquel período, poseía capacidades pequeñas e insignificantes, y por mucho tiempo se quedó por fuera de la competencia nuclear. En el mundo de hoy, más países tienen un estatus nuclear, entre ellos, potencias regionales como India, Pakistán, Corea del Norte. Desde este punto de vista, se puede hablar sobre varios centros de toma de decisiones, lo que complica la situación en gran medida”, destacó Salek.
Además, el experto constató que “entre todas las potencias nucleares hay lazos estrechos”. En particular, China es una parte de dos “triángulos” nucleares: con India y Pakistán en el Asia meridional y con EE.UU. y Corea del Norte en el noreste asiático. Por su parte, EE.UU. “está activamente involucrado en los asuntos de Europa, donde están las propias potencias nucleares, Rusia incluida”. “Todo está muy interrelacionado, y cualquier pequeña disrupción en alguna parte de este sistema nuclear global puede destruirlo por completo”, advirtió.
Para resolver este problema, Salek recomendó incluir las armas nucleares que están fuera del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) en el sistema global. No obstante, el procedimiento de enmienda del TNP es “muy difícil”, por lo que “nadie quiere abrir la caja de Pandora y promover las enmiendas, porque esta acción llevaría consigo requisitos y obligaciones adicionales, mientras que es difícil lograr el consenso”, explicó.
Como alternativa, el analista sugirió un “protocolo adicional del TNP que otorgue algún estatus afiliado a los cuatro países que están fuera del tratado”. Asimismo, instó a ampliar el diálogo internacional, a través del cual participarían todas las potencias nucleares “para apoyar la estabilidad global y evitar una confrontación nuclear”.
¿Nuevas potencias nucleares?
Salek también destacó que en países como Japón y Corea del Sur hay discusiones sobre el desarrollo de sus propias capacidades nucleares porque “se vuelve cada vez más arriesgado confiar en las garantías de seguridad estadounidenses”. En este contexto, Washington se esfuerza por “calmar” a Seúl. En particular, envió al país submarinos nucleares y portaviones, así como acordó “ejercicios conjuntos para practicar acciones en el ámbito de la disuasión nuclear”.
Además, citó el ejemplo de Israel, que, teniendo armas nucleares, “empieza a amenazar con usarlas”, por lo que países que no disponen de su propio programa nuclear están pensando en desarrollarlo. En particular, “los iraníes temerán las amenazas por parte de Israel e insistirán más decisivamente en el desarrollo de su propio potencial nuclear”, apuntó.
“La disuasión nuclear entre India y Pakistán funciona”
Comentando las relaciones entre Nueva Delhi e Islamabad, el experto dijo que “la disuasión nuclear funciona” y evita que los conflictos fronterizos se conviertan en una guerra en toda regla.
“Durante mucho tiempo la India afirmó que en su caso con Pakistán no habría necesidad de disuasión nuclear, porque siempre está la posibilidad de iniciar una guerra convencional limitada […] para no llevar hasta la escalada nuclear”, afirmó Salek. Sin embargo, después de la crisis en 2001, cuando ambas partes movilizaron “todos los recursos disponibles”, Nueva Delhi “se dio cuenta de que no puede controlar la escalada, mientras que la amenaza del uso de armas nucleares existirá siempre”.
En este contexto, India adoptó una táctica de “ataques quirúrgicos”, cuando decenas de militares atacan puestos fronterizos pakistaníes o varios aviones entran en el espacio aéreo de Pakistán y luego dan la vuelta, detalla Salek. “Sin duda, esto se debe a que ambas partes disponen de un potencial nuclear considerable”, concluyó.