En este complejo tecnológico, los científicos buscarán replicar la generación de energía solar a partir de reacciones nucleares de fusión
China se encuentra construyendo las instalaciones que albergarán las tecnologías que se emplean fundamentalmente para la producción de energía de fusión, la misma que alimenta el Sol y las otras estrellas, informó el sábado la agencia Xinhua.
Se trata del Centro de Investigación Integral para Tecnología de Fusión (CRAFT, por sus siglas en inglés), que está ubicado en la ciudad de Hefei, en la provincia china de Anhui. En este sitio se buscará replicar la generación de energía solar a partir de reacciones nucleares de fusión.
Para lograr estos procesos, los científicos deberán desarrollar las tecnologías y los sistemas clave para el reactor chino de prueba de ingeniería de fusión (CFETR, por sus siglas en inglés), considerado como el “sol artificial de próxima generación de China”.
Se tiene previsto que este nuevo dispositivo Tokamak produzca energía de fusión con una potencia máxima que podría alcanzar los 2 gigavatios (GW). Se espera que el CFETR esté terminado en 2035.
Por otro lado, los investigadores chinos explicaron que una vez que se concluyan las obras del CRAFT, este se convertirá en una plataforma de investigación integral con tecnología relevante para las plantas de energía de demostración de fusión (DEMO, por sus siglas en inglés), así como para aplicaciones industriales.
El CRAFT, cuya construcción comenzó en diciembre de 2018, estará completamente terminado en 2025. Estas instalaciones permitirán a China alcanzar la independencia tecnológica para el desarrollo de reactores de fusión nuclear.
De acuerdo con medios estatales, China inició sus estudios relacionados con la energía de fusión nuclear en la década de 1970. Después de varios años de investigación, los especialistas chinos lograron construir el Tokamak superconductor experimental avanzado (EAST, por sus siglas en inglés), un reactor totalmente superconductor de energía de fusión magnética. Esto se debe a que emplea campos magnéticos para confinar el plasma a altas temperaturas.
Este dispositivo de 400 toneladas con forma de rosquilla, conocido como el ‘sol artificial chino’, estableció un récord mundial el pasado 28 de mayo tras alcanzar una temperatura del plasma de 120 millones de grados centígrados durante 101 segundos.