Ayer jueves, los fans de la música ‘rock’ se encontraron con una trágica noticia: el suicidio del vocalista principal de la agrupación Linkin Park, Chester Bennington. El cantante de 41 años —que tuvo problemas de alcoholismo y de adicción a las drogas durante años— ya había considerado terminar con su vida en el pasado.
“Bebí hasta el punto de que no podía salir de la casa y no podía funcionar”, relató el artista a Celebrity Mania en 2009. “Yo quería matarme. Muy fácilmente podría no ser yo la persona que está sentada aquí ahora mismo. Podría estar muerto”, agregó.
No obstante, Bennington, que dejó atrás a su esposa y seis hijos, había revelado un aspecto más profundo de su miseria: fue abusado cuando tenía siete años por un hombre mayor.
“Al recordar los abusos que sufrí cuando era muy pequeño, todas las cosas horribles que sucedieron a mi alrededor, me estremezco”, externó el cantante en una entrevista con Kerrang! en 2011.
El vocalista fue una figura prominente en el mundo del ‘rock’ durante la década de 2000. Con la banda Linkin Park, lanzó éxitos como ‘Numb’, ‘In the End’ o ‘Breaking the Habit’. También mantenía estrechas relaciones con el líder de la banda Soundgarden, Chris Cornell, quien se ahorcó en mayo pasado. Bennington realizó un homenaje musical en su funeral.