Lima (Xinhua) — El renunciante presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, se despidió ayer jueves de los funcionarios estatales en el Palacio de Gobierno, donde cumplió una corta gestión de un año y siete meses que fue interrumpida abruptamente por sus presuntos vínculos con el escándalo Odebrecht.
“No descansaré en seguir trabajando todos los días por un mejor país. Paz, fe y tranquilidad, eso es lo que ahora le pido a mi Perú. Mi gratitud a todos”, expresó visiblemente emocionado el político peruano, de 79 años de edad.
Kuczynski hizo una breve visita a la casa presidencial alrededor del mediodía, acompañado de la primera ministra, Mercedes Aráoz, con quien agradeció al personal por su colaboración durante su corto mandato.
El político peruano, quien también ocupó diversos cargos ministeriales durante los últimos 38 años, enfrenta uno de los momentos más difíciles de su vida, debido a sus vínculos con Odebrecht, situación que lo puso en la mira de la Comisión Lava Jato del Congreso y por la que se le abrió una investigación judicial.
Presentó su renuncia ante el Congreso el 21 de marzo pasado, justo un día antes de ser sometido a un proceso de vacancia (destitución) en el seno del Congreso peruano por realizar asesorías a Odebrecht por intermedio de su empresa Westfield Capital.
La causa que precipitó su alejamiento del poder fue la difusión de un video donde un grupo de congresistas supuestamente negocian a nombre de Kuczynski la compra de votos para evitar la vacancia.
El sucesor del presidente renunciante será el primer vicepresidente, Martín Vizcarra, de 55 años de edad, quien tiene previsto asumir este cargo este viernes ante el pleno del Congreso peruano en una ceremonia protocolar.