Paquetes beneficiarán a 425 niñas y niños en edad escolar de zonas rurales del país
Desde el año 2017, voluntarios de Cargill participan activamente en el empaque de alimentos que el Programa Pancitas Llenas distribuye en 440 escuelas públicas y nueve centros educativos de Fundación Fabretto, ubicados en zonas rurales con altos índices de pobreza y desnutrición.
Estos alimentos son utilizados para almuerzos escolares de los niños y niñas de estos centros educativos, que en muchos casos constituye la única alimentación completa que reciben en el día.
Este año los voluntarios de Cargill decidieron realizar el empaque de los alimentos en su propio centro de trabajo, la Planta Tip Top, en vez de ir a la Fundación Fabretto, lo que permitió mucha mayor participación de colaboradores, optimizar el tiempo y lograr empacar más raciones de alimentos. En cuatro días lograron empacaron 75,600 paquetes para alimentar a 291 niños y niñas.
Esta proeza fue lograda por 929 voluntarios, quienes se organizaron en diferentes horarios, después de sus turnos de trabajo, pero además otro grupo de 100 voluntarios se trasladaron a la Fundación Fabretto y empacaron otras 34 mil 992 raciones para completar un gran total de 110, 592 paquetes que beneficiarán a 425 niñas y niños.
Ana Zavala, Coordinadora de Comunicación y RSE explicó que este es un proceso novedoso “ya que trajimos el programa a la planta, esto facilitó una mayor participación de colaboradores, además cumplimos a cabalidad con el proceso de inocuidad, higiene y seguridad que exige Fundación Fabretto y su donante”.
Por su parte Waldemar Aráuz, líder de Operaciones y uno de los voluntarios en el empaque de comidas expresó su satisfacción por participar en esta labor.
“Pude experimentar mayor unidad y coordinación, me gustó ver a las gerencias complementarse en esta labor, aquí no había individualismo, todos nos volvimos uno solo”.
Pancitas Llenas es un programa de la Fundación Fabretto que tiene como objetivo reducir el hambre y la pobreza en comunidades rurales de Nicaragua, a través de dos componentes: apoyo a la economía local y distribución de alimento a zonas en riesgo.
Los paquetes de alimentos son distribuidos en más de 440 escuelas públicas y nueve centros educativos de Fundación Fabretto, ubicadas en comunidades rurales con altos índices de pobreza y desnutrición crónica.