La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció este jueves que aceptaba la invitación del gobierno encargado de Venezuela para observar la situación de los derechos humanos en la nación sudamericana.
Según explicaron en la carta de aceptación publicada en su cuenta de Twitter, el gobierno liderado por Juan Guaidó le envió la invitación el 1 de julio a propósito de la muerte mientras estaba en custodia del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo.
La CIDH solicitó “todas las facilidades necesarias para llevar a cabo su misión”, según establecido en los protocolos, que incluye garantizar el ingreso de la delegación al país, seguridad y un “punto focal” a efectos de coordinación de aspectos logísticos y de agenda.
En la carta enviada a la CIDH, la oposición venezolana explica los hechos por los que considera el caso de Acosta Arévalo como una “desaparición forzosa, tortura y ejecución arbitraria”.
El gobierno en disputa de Nicolás Maduro aún no se ha pronunciado sobre la propuesta.
Este año se conmemoran los 60 años de la CIDH, órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ofreció su “total respaldo” a la visita de la delegación a la nación sudamericana. “Abriría puertas a la verdad y la justicia a las barbaridades y violaciones a DDHH cometidas”, afirmó.
Esta confirmación llega semanas después de que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, realizara una visita oficial de tres días a Caracas, con invitación de Maduro.
Como resultado, Bachelet presentó un informe en el que instó “adoptar de inmediato medidas específicas para detener y remediar las graves vulneraciones de derechos” documentados en ese país.