HAMBURGO – Manifestantes arrojaron botellas, incendiaron vehículos e hirieron a decenas de agentes de policía el jueves poco antes de una cumbre del G-20 en Hamburgo, manchando el inicio de una cumbre que la canciller Angela Merkel espera que consolide su papel como estadista de cara a la elección de septiembre.
Merkel, quien está en campaña para obtener un cuarto mandato, no puede permitirse imágenes de caos y discordia. La cumbre, que comienza el viernes, es una oportunidad para que pula sus credenciales diplomáticas, pero sería un desastre si es manchada por hechos de violencia generalizados.
La canciller se reunió el jueves durante una hora con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero menos de una hora después la policía se enfrentó a grupos anticapitalistas cerca de un recinto de la cumbre y utilizó un cañón lanzagua contra manifestantes vestidos de negro que estaban arrojando botellas.
Cerca de 75 agentes sufrieron heridas durante la tarde, informó la policía local. Los manifestantes dañaron autos, quemaron otros objetos, y arrojaron botellas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que duraron hasta la medianoche.
Un testigo de Reuters vio al menos a un manifestante con sangre en la cara que era asistido. “Bienvenidos al infierno” era el lema de los manifestantes para recibir a Trump y a otros líderes mundiales que llegaron a Hamburgo para la reunión de dos días.
Antes de reunirse con Trump, Merkel expresó su esperanza de que se logre un acuerdo en temas climáticos y se comprometió a mediar avenencias. Afirmó que representará los intereses de Alemania y Europa en la cumbre, pero agregó: “Por otra parte, como anfitriones nosotros -y yo- haremos todo lo posible para hallar consensos”.
Trump se encamina a una agria confrontación con los otros líderes de las potencias económicas mundiales tras decidir el mes pasado retirar a Estados Unidos del acuerdo climático de París.
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, citó “muchas semejanzas” en política exterior después de una reunión que incluyó a Merkel, Trump, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, y miembros de la familia de Trump como Jared Kushner e Ivanka Trump.
Pero dijo a un canal alemán que las “claras diferencias” sobre cambio climático y comercio siguen dividiendo a ambos aliados.
Mientras los líderes comenzaban sus reuniones informales, miles de manifestantes de toda Europa, que dicen que el G-20 ha fracasado en solucionar muchos de los asuntos que amenazan la paz mundial, viajaron hacia Hamburgo para unirse a la principal manifestación.
La policía espera a unos 100.000 manifestantes en la ciudad portuaria, de los cuales unos 8.000 son considerados violentos por las fuerzas de seguridad.
Al menos 13.000 personas participaron el jueves de la marcha principal, incluidos unos 1.000 anarquistas vestidos de negro, dijo la policía. Hasta 20.000 agentes estarán destinados a la seguridad de la cumbre.