Washington “no apoya la independencia de Taiwán”, pero quiere brindarle “capacidades de autodefensa”, aseguró John Kirby
El presidente de EE.UU., Joe Biden, “dejó claro” a su homólogo chino, Xi Jinping, que Washington seguirá armando a Taiwán a pesar de las protestas de Pekín, afirmó este jueves el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, al comentar la reunión entre ambos líderes que tuvo lugar un día antes en la ciudad californiana de San Francisco.
“El presidente Biden dejó muy claro […] al presidente Xi que no buscamos el conflicto“, sino que abogamos por “la paz y la estabilidad” en el estrecho de Taiwán, señaló el vocero. “Eso es lo que queríamos y todavía queremos”, aseguró.
“No hay ningún cambio en nuestra política de ‘una sola China’, no apoyamos la independencia de Taiwán, pero, de acuerdo con la Ley de Relaciones con Taiwán, continuaremos brindando capacidades de autodefensa a Taiwán“, manifestó Kirby, indicando que Washington no quiere que el ‘statu quo’ de la isla “cambie de ninguna manera unilateral y ciertamente no por la fuerza”.
Durante las conversaciones entre los jefes de Estado, el propio Xi indicó a Biden que Taiwán “siempre ha sido la cuestión más importante y delicada en las relaciones entre China y Estados Unidos”. En este sentido, el mandatario del gigante asiático dijo que Washington debería adherirse a la postura de no apoyar la “independencia de Taiwán” mediante “acciones concretas”, así como “dejar de armar a Taiwán y apoyar la reunificación pacífica de China“.
- Las relaciones entre EE.UU. y China siguen siendo tensas por la postura ambigua de Washington, que, si bien no reconoce diplomáticamente la independencia de Taipéi, se reserva el derecho de mantener lazos especiales con la isla, que, en su opinión, toma sus propias decisiones.
- Pekín considera a Taiwán, que se autogobierna con una administración propia, como parte irrenunciable de su territorio e insiste en que cualquier negociación con la isla que pase por encima del Gobierno central viola el principio clave de su política de una sola China.