Una investigación de una tumba encontrada en Patagonia, Argentina, sugiere que un zorro enterrado con cazadores-recolectores hace 1.500 años tenía un fuerte vínculo con los humanos
Los cazadores-recolectores de la actual Patagonia argentina tenían zorros como mascotas antes de la llegada de los perros europeos hace unos 500 años, según sugiere un nuevo estudio publicado en la revista electrónica de la Royal Society Open Science.
En algunos casos, los antiguos tenían un vínculo tan estrecho con sus zorros que incluso fueron enterrados con ellos. Esto fue descubierto a través de una tumba hallada en el yacimiento de Cañada Seca, a unos 210 kilómetros al sur de la ciudad occidental de la provincia de Mendoza.
El yacimiento contiene huesos de al menos 24 personas, incluidos niños, y sus objetos personales, como cuentas de collar, herramientas de piedra y tembetás u ornamentos labiales. Las fechas de radiocarbono calculadas previamente sugieren que vivieron allí hace unos 1.500 años.
Una de las tumbas contiene también el esqueleto parcial de un zorro, que el estudio identifica por primera vez como ‘Dusicyon avus’, una especie extinguida estrechamente emparentada con el zorro o lobo de las Malvinas, ‘Dusicyon australis’, que se extinguió en el siglo XIX.
El zorro parece haber sido enterrado deliberadamente junto a la persona que estaba en la tumba, lo que supone el segundo hallazgo de este tipo en Sudamérica, según declaró a Live Science la zooarqueóloga de la Universidad de Oxford Ophélie Lebrasseur, que participó en el estudio.
Un análisis de los isótopos de carbono y nitrógeno en los huesos del zorro indicó que el animal había consumido una dieta rica en plantas, similar a la de la persona en la tumba. Esto sugiere que el zorro en la tumba estaba comiendo todo lo que comía el humano, declaró Lebrasseur.
“La explicación más aceptable es que este zorro era un compañero valioso para los grupos de cazadores-recolectores”, sostiene el estudio.