La sentencia detalla que “se vulneraron los derechos a la integridad física y moral” de los niños porque se les puso “en serio peligro de sufrir un padecimiento corporal o psíquico”
El Tribunal Supremo de España confirmó este lunes que la devolución de menores marroquíes desde la ciudad española de Ceuta a Marruecos, en agosto de 2021, “fue ilegal” al no seguir el procedimiento de la ley de extranjería.
A través de un comunicado, la Sala consideró que “se vulneraron los derechos a la integridad física y moral de los menores devueltos a Marruecos”, porque se les puso “en serio peligro de sufrir un padecimiento corporal o psíquico” al no hacer “ponderación alguna del interés de los menores ni mucho menos una comprobación de sus circunstancias individuales“.
El Supremo rechazó los recursos de la Abogacía del Estado y de la ciudad de Ceuta contra una sentencia que condenó al Gobierno por la devolución de menores.
La semana pasada, el representante de la Abogacía del Estado alegó, durante una vista pública, que todo se amparó en el acuerdo de 2007 entre España y Marruecos, que permite a ambas parte dotarse de un procedimiento que conduce al retorno.
“El acuerdo de 2007 no constituye por sí solo fundamento normativo suficiente para decidir el retorno de los menores”, añade el texto. Asimismo, sobre el argumento del letrado de que se realizaron las devoluciones en “circunstancias excepcionales”, el Supremo consideró que en este caso “resulta abstracto, pues no explica la absoluta pasividad de la administración“.
Por último, los magistrados consideraron “irrelevante” la alegación de que Marruecos no formuló protesta alguna sobre el modo en que se llevó a cabo el retorno de los menores, sino que al parecer envió un mensaje electrónico a las autoridades españolas diciendo genéricamente que todos estaban bien y de vuelta con sus familias.
“La aquiescencia de otro país no dispensa a las autoridades españolas de actuar con sujeción plena a la Constitución y a las leyes”, concluyó.
Los hechos
El origen del caso se remonta a mayo de 2021, cuando una crisis diplomática entre Madrid y Rabat, con el trasfondo del conflicto del Sáhara Occidental, desembocó en la entrada irregular de miles de ciudadanos extranjeros, la mayoría de ellos marroquíes, en el enclave español de Ceuta, situado en el norte de Marruecos.
La entrada masiva se produjo después de que España acogiese, para ser tratado sanitariamente, al saharaui Brahim Ghali, líder del Frente Polisario. Marruecos, en respuesta, dejó desatendido su lado de la valla fronteriza de Ceuta y más de 8.000 personas cruzaron a nado al territorio español, entre los que se encontraban cerca de 2.000 menores de edad.