Port Moresby – Al menos 600 residentes de la isla Kadovar, de Papúa Nueva Guinea, fueron evacuados ayer domingo tras la erupción de un volcán que se creía dormido y cubrió de cenizas y lava más de la mitad del territorio.
De acuerdo con el Observatorio de Vulcanología Rabaul, el cráter expele desde el viernes pasado una columna de cenizas que alcanza los dos mil metros de altura.
Según los expertos, debido a las características geográficas de la isla y la creciente actividad volcánica podrían ocurrir desprendimientos de tierra.
La última vez que se registraron datos sobre el volcán fue en 1976 a causa de una actividad termal poco usual.
Papúa Nueva Guinea se asienta sobre el denominado cinturón de fuego del Pacífico, zona con una intensa actividad sísmica y volcánica sacudida por unos siete mil temblores al año, la mayoría de ellos moderados.