La masiva filtración se produjo hace aproximadamente dos semanas y la empresa ha iniciado una investigación
El gigante de telecomunicaciones estadounidense AT&T ha admitido la filtración de datos de 73 millones de cuentas de sus clientes en la ‘dark web’ y ha anunciado que lanzó una investigación, en la que participan expertos de ciberseguridad tanto de la propia compañía como externos.
Según el análisis preliminar de AT&T, su base de datos que apareció en la web oscura hace aproximadamente dos semanas corresponde al año 2019 o antes, y afectó a 7,6 millones de clientes actuales y unas 65,4 millones de antiguas cuentas con información personal, incluyendo los números de seguridad social.
“La empresa se está comunicando de forma proactiva con los afectados y ofrecerá supervisión de crédito a nuestra costa cuando proceda”, indicó AT&T en un comunicado, agregando que la filtración “no ha tenido un impacto material” en sus operaciones.
De momento, la compañía no tiene evidencias de acceso no autorizado a sus sistemas que resultara en la exfiltración del conjunto de datos e intenta determinar si la información filtrada proviene directamente de AT&T o de alguno de sus proveedores.