Washington – El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, calificó ayer martes como “una mentira detestable” la sugerencia de que se coludió con Rusia para intervenir en la campaña presidencial del año pasado, y se negó a contestar varias preguntas durante una audiencia ante el Senado.
El exsenador republicano de Alabama, uno de los más cercanos colaboradores de Donald Trump durante la campaña presidencial, afrontó las críticas de los senadores demócratas por no responder sus preguntas sobre las conversaciones que tuvo con el republicano en una aparición de dos horas y media.
El senador demócrata Martin Heinrich acusó a Sessions de violar su promesa de decir la verdad. “Usted levantó su mano aquí hoy y dijo que juraba solemnemente decir toda la verdad. Pero ahora no está respondiendo a las preguntas. Usted está impidiendo la investigación”, le espetó al Fiscal General.
Sessions evitó las preguntas sobre si discutió con Trump el manejo del ahora exdirector del FBI de la investigación sobre Rusia antes de que el mandatario despidiera a James Comey el 9 de mayo. Tampoco contestó si el presidente se había mostrado preocupado por su decisión de marzo de recusarse en el caso.
Evasivas
El fiscal general, que había ofrecido su renuncia por las tensiones por Trump tras su decisión de recusarse, tampoco respondió si funcionarios del Departamento de Justicia habían discutido posibles perdones presidenciales a individuos apuntados en la investigación sobre Rusia.
El senador demócrata Ron Wyden dijo a Sessions: “Creo que los estadounidenses están hartos de las evasivas. No quieren escuchar que las respuestas a preguntas relevantes son privilegiadas”.
“No estoy contestando con evasivas”, replicó Sessions, quien sostuvo que seguía las políticas del Departamento de Justicia de no discutir comunicaciones confidenciales con el presidente.
El senador independiente Angus King cuestionó la base legal de Sessions para no responder las preguntas. El fiscal dijo que Trump no había invocado el privilegio ejecutivo, un poder que permite no divulgar conversaciones privadas con el presidente.
Agencias de inteligencia estadounidenses concluyeron en un reporte dado a conocer en enero que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó que se intentara interferir en la elección para ayudar a Trump, con ataques informáticos y la filtración de información para dañar a la candidata demócrata Hillary Clinton.
El testimonio de Sessions es un nuevo capítulo en una saga que ha marcado los primeros cinco meses de Trump en la Casa Blanca, generando una distracción de la agenda doméstica que incluye una reforma al sistema de salud e impositivo.
“Nunca me reuní o tuve ninguna conversación con funcionarios rusos o extranjeros sobre cualquier interferencia en la campaña o la elección en Estados Unidos. Además, no tengo conocimiento de ese tipo de conversaciones de nadie conectado con la campaña de Trump”, sostuvo Sessions.
“La sugerencia de que participé en cualquier tipo de colusión o que conocía cualquier colusión con el Gobierno ruso para dañar la integridad del proceso democrático es una mentira detestable”, destacó.