GINEBRA, SUIZA – La Organización Meteorológica Mundial, OMM, reporta que el planeta Tierra está experimentando otro año excepcionalmente cálido con temperaturas sin precedentes en Europa, el Medio Oriente, el norte de África y Estados Unidos.
Por lo menos 60 personas han muerto en devastadores incendios forestales en la zona central de Portugal. La OMM dice que uno de los factores que contribuyó a esos incendios forestales son temperaturas muy altas que exceden los 40 grados Celsius.
Temperaturas extremadamente elevadas también se han registrado en España y Francia, que han emitido un alerta ámbar, el segundo nivel de alerta más alta el martes. La OMM reportó temperaturas cercanas al récord en California y los desiertos de Nevada.
Meteorólogos han reportado que el norte de África y el Medio Oriente están experimentando temperaturas muy calientes, llegando a los 50 grados Celsius. Pero la portavoz de la OMM, Claire Nullis, dice que el lugar más caliente en la Tierra parece ser el pueblo de Turbat, en el suroeste de Pakistán, que reportó una temperatura de 54 grados Celsius en mayo.
“Parece que este es un nuevo récord de temperatura para Asia. Si se verifica, equivaldrá a un récord, que fue establecido en Kuwait en julio del año pasado. Entonces, ahora estableceremos un comité investigador para ver si esa en realidad fue la temperatura récord en la región”.
El científico Omar Baddour de la Organización Meteorológica Mundial dice que el récord mundial de temperatura más alta es de 56 grados Celsius y fue establecido en Death Valley, en Estados Unidos, en 1913.
“Es muy difícil romper un récord mundial porque no es fácil tener todas las condiciones en términos de presión, invasión de aire junto en un lugar. Entonces, la preocupación ahora es que estamos cerca de ese récord. Estamos ahora en 54. No estamos tan lejos”.
La Organización Meteorológica Mundial dice que espera que las olas de calor global probablemente desaten incendios. Si las personas no toman las precauciones necesarias, mucha gente morirá del calor, como ocurrió en 2003, cuando olas de calor en Europa mataron a 70.000 personas.
Científicos predicen que el cambio climático causará olas de calor más intensas, más frecuentes y más largas.