El presidente Donald Trump firmó ayer martes una orden ejecutiva que según dijo reavivará la industria del carbón y creará empleos, y proclamó que esto significaba “el comienzo de una nueva era” en la producción energética.
“Pondremos a nuestros mineros a trabajar nuevamente” y producirán “carbón limpio de verdad”, dijo Trump durante la cremonia de firma.
El presidente estadounidense cumplió así con una de sus promesas de campaña, de desechar los planes del ex presidente Barack Obama para frenar el calentamiento global.
La orden contempla suspender, anular o evaluar más de media docena de medidas a fin de impulsar la producción energética nacional en el rubro de combustibles fósiles.
Activistas ambientales, incluyendo al ex vicepresidente Al Gore, criticaron el plan. No obstante, Trump dijo que la medida permitiría que trabajadores “triunfen en un campo de juego parejo por primera vez en mucho tiempo”.
“Muchos concuerdan en que sería desastrosa”, dijo a la VOA, Paul Crutzen, el laureado del Nobel holandés, en una entrevista telefónica. “Lo que sea que se ha logrado sería destruido, por eso no creo que muchos científicos estén contentos con esto”, indicó Crutzen, quien ganó el Premio Nobel en 1995 por su trabajo para explicar la reducción de la capa de ozono de la Tierra.
“De eso es lo que se trata: Volver a tener nuestros trabajos, volver a tener sueños y volver a hacer rico a Estados Unidos de nuevo”, dijo Trump, durante la ceremonia en la sede de la Agencia de Protección Ambiental, a la que asistieron muchos mineros de carbón.
La orden de Trump buscará suspender, rescindir o identificar para revisión más de una media docena de regulaciones; con el intento de aumentar la producción interna de energía mediante combustibles fósiles. Instruye a las agencias federales que identifiquen normas que la administración cree que impiden la producción interna de energía, como primer paso en un proceso de seis meses, para crear un plan para la futura política energética del gobierno.