La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) hizo la emisión de un el boletín que tiene un análisis de las fechas del 1 de agosto y el 30 de septiembre de 2019, donde destaca que en ese periodo, el ejercicio de los derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica está siendo indebidamente restringido.
A las personas que se les quita la libertad en el contexto de las protestas de 2018 y después son liberadas bajo la Ley de Amnistía, son acosadas y perseguidas, sobretodo aquellas que tienen un papel de liderazgo.
De acuerdo a la OACNUDH, la Policía Nacional aplica la restricción de las libertades fundamentales con el despliegue de un gran número de agentes de policía en puntos públicos y a través de la prohibición permanente de las protestas.
La OACNUDH pudo documentar que las restricciones a la libertad de los medios se realizan con amenazas y actos de vandalismo de particulares contra sus herramientas multimedia, perjudicando a medios de comunicación independientes y a periodistas que habían hecho críticas contra el Gobierno.
En septiembre, diversas organizaciones, entre estas la Unidad Médica Nicaragüense, el Comité Pro- Liberación de Presos Políticos, la Unión de Presas y Presos Políticos Nicaragüense, el movimiento campesino y la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), entre otras, hicieron varios intentos de organizar protestas en Managua. Éstas trataron de solicitar permiso a la Policía Nacional para informarle acerca de su intención de realizar manifestaciones, sin embargo, las autoridades ni siquiera recibieron la documentación.
El 21 de septiembre, cientos de manifestantes sostuvieron un encuentro en cuatro zonas comerciales de Managua, después de que la UNAB hiciera la convocatoria a una protesta para conmemorar el primer aniversario de la muerte de un joven manifestaciones de 2018.
A pesar que los participantes se manifestaron de manera pacífica y estaban desarmados, la Policía Nacional realizó el despliegue de un gran número de agentes policiales, incluidos antimotines y unidades caninas en diferentes partes de la ciudad, y también empleó granadas aturdidoras para evitar que los manifestantes pudieran protestar a las calles.