Afirman los políticos que los centroamericanos son “mano de obra muy trabajadora”
Realizaron la solicitud de prorrogar el Estatus de Protección Temporal (TPS) a los ciudadanos de Honduras y Nicaragua, 32 alcaldes de las ciudades de mayor importancia en los Estados Unidos al gobierno de Donald Trump, que se caracteriza de ser crítico a la inmigración.
Los permisos de estas miles personas estarán expirando al cabo de dos meses y unos días más, exactamente el 5 de enero. La prórroga debería ocurrir antes del 6 de noviembre próximo.
El secretario del Departamento de Estado, Rex Tillerson, recibió una carta que la firman algunos prefectos de mayor importancia del país, como Bill de Blasio (Nueva York) o Tomas Regalado (Miami), y son los que hacen el llamado a Trump de extender el programa a los nicas y catrachos.
Según los alcaldes, la necesidad a que las dos naciones reciban esta extensión es porque en años atrás ambas naciones fueron víctimas de “sucesivos desastres naturales”, empeorando la situación económica y haciendo peor la crisis sanitaria.
Además de cancelar el TPS, se estarían expulsando a los hondureños y nicaragüenses de territorio estadounidense, y serían enviados a casa a un “peligro” seguro.
En EEUU existen 57 mil hondureños y 2 mil 550 nicaragüenses con el TPS que residen en EEUU son además mano de obra “muy trabajadora”, y esta acción “separaría de manera innecesaria a padres y madres de sus hijos nacidos en Estados Unidos y expondría a estas familias a condiciones inestables e inseguras en países que no pueden acogerlos”, apuntan.
Tras este pedido de los ediles, sigue el respaldo de líderes religiosos católicos, judíos, evangélicos, que solicitan a Trump prorrogar el TPS de Honduras, El Salvador y Nicaragua.