Representantes legales del gobierno de EEUU y activistas de derechos civiles se enfrentarán en la corte en dos demandas sobre el uso de la base naval de Guantánamo para albergar a inmigrantes a punto de ser deportados.

Jeff Seldin – Abogados del gobierno estadounidense se enfrentarán a representantes de grupos de derechos civiles e inmigrantes por el uso de una base naval estadounidense en Cuba para retener a migrantes con órdenes de deportación.
Los argumentos de las dos demandas sobre las operaciones en la Estación Naval de la Bahía de Guantánamo, presentadas contra el Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés) y la secretaria Kristi Noem, se presentarán ante un Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Washington el viernes.
Las demandas alegan que el gobierno estadounidense ha excedido límites al negar a los migrantes enviados a la Bahía de Guantánamo el acceso a representación legal y al intentar enviarlos a las instalaciones de la base sin la debida autorización, violando así la Constitución de EE. UU.
Los funcionarios del DHS no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la próxima audiencia, pero han negado repetidamente las acusaciones y criticado a los grupos que presentan las demandas.
“La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) parece mucho más interesada en promover la apertura de fronteras y perturbar las misiones de seguridad pública que en proteger las libertades civiles de los estadounidenses”, declaró un portavoz del DHS a la Voz de América en un comunicado a principios de este mes.
“Deberían considerar cambiar su nombre”, añadió el portavoz bajo anonimato, calificando las impugnaciones legales de “infundadas”.
El presidente Donald Trump planteó por primera vez la idea de utilizar la base naval estadounidense en Cuba como parte de los planes de su administración para realizar deportaciones masivas poco después de asumir el cargo en enero.
Noem, del Departamento de Seguridad Nacional, afirmó que la base, que cuenta con una prisión de seguridad para albergar a terroristas capturados, se utilizaría para albergar a “lo peor de lo peor”.
Trump y otros funcionarios estadounidenses también sugirieron que la base podría utilizarse para albergar hasta 30.000 migrantes mientras esperaban su deportación. Sin embargo, esos planes nunca se materializaron del todo.
Estados Unidos comenzó a enviar a principios de febrero al centro de detención de la Bahía de Guantánamo a quienes las autoridades describieron como “inmigrantes ilegales de alta amenaza”, seguidos de otros migrantes no violentos que se alojaron en otras instalaciones.
En ocasiones, las instalaciones albergaron a cerca de 200 detenidos, muchos de los cuales fueron deportados a Honduras, Venezuela u otros países.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos para preparar las instalaciones para más migrantes, la capacidad ha sido limitada.
Según un funcionario de defensa estadounidense, que habló con la Voz de América bajo condición de anonimato, la prisión, en su configuración actual, solo puede albergar a 130 detenidos, mientras que el Centro de Operaciones Migratorias de la base y un campamento temporal de tiendas de campaña pueden albergar, como máximo, a 550 personas.
Como informó inicialmente la Voz de América, los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) decidieron enviar a los 40 migrantes restantes de la prisión y otras instalaciones de la Bahía de Guantánamo el martes pasado, trasladándolos en avión al estado de Luisiana, en el sur de Estados Unidos.