El autor del artículo observa que, tras la encarcelación de Imamoglu, considerado el principal rival de Erdogan, y el inicio de las protestas masivas los países occidentales no expresaron casi ninguna objeción.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, espera que Occidente no preste atención a las protestas que continúan en el país desde que el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, representante del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP, por sus siglas en turco), fuera detenido el miércoles pasado, acusado de varios cargos de corrupción y de terrorismo. Así opinó Selcan Hacaoglu, periodista de Bloomberg, en un artículo publicado el lunes.
Según Hacaoglu, el líder turco “confía en que el mundo lo necesite más a él que a la lucha por la democracia en el país”. “Con Estados Unidos y Europa preocupados por los desafíos de seguridad, Erdogan se ha posicionado como un agente de poder clave desde Ucrania hasta las zonas de conflicto de Oriente Medio y África”, aclara.
En este sentido, el reportero sugiere que Erdogan probablemente haya calculado que la creciente importancia estratégica de Turquía supera sus deficiencias democráticas. El conflicto ucraniano ha hecho que Europa “dependa cada vez más de Turquía, cuya creciente presencia militar y capacidades de defensa la convierten en un valioso aliado” mientras el presidente de EE.UU., Donald Trump, reconsidera los compromisos de seguridad de Washington en Europa.
Asimismo, el autor del artículo observa que, tras la encarcelación de Imamoglu, considerado el principal rival de Erdogan, y el inicio de las protestas masivas los países occidentales no expresaron casi ninguna objeción.
Por ejemplo, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, calificó la detención del político de “deprimente”. Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Tammy Bruce, desestimó el asunto como “la toma de decisiones interna de otro país”.
“El entorno global es permisivo con Erdogan, un ávido lector del espíritu de la época”, declaró Soner Cagaptay, director del Programa de Investigación Turca del Instituto Washington para la Política del Oriente Medio. “No espero ninguna reacción significativa por parte de Europa ni de Estados Unidos”, agregó.