Las autoridades de inmigración en Panamá han anunciado un aumento en las deportaciones de individuos con historiales criminales, así como la triplicación de vuelos destinados a repatriar a migrantes que se encuentran en el país de manera irregular. La directora del Instituto de Inmigración de Panamá, Samira Gozaine, hizo este anuncio.
El gobierno planea reforzar la supervisión y el control en los puntos de entrada al país, además de intensificar las patrullas marítimas. Además, se ha reducido el período de estadía para turistas de ciertas nacionalidades, pasando de 90 a 15 días, aunque no se especificaron los criterios para determinar la duración exacta de la estancia.
Para aquellos que deseen permanecer en Panamá durante 90 días, se requerirá la presentación de una prueba de fondos de al menos 1,000 dólares, en lugar de los 500 dólares previamente establecidos.
La directora justificó estos ajustes en las políticas debido a la crisis migratoria en la selva del Darién, una región que miles de migrantes atraviesan desde América del Sur en su camino hacia Panamá y, eventualmente, hacia Estados Unidos. Cabe mencionar que esta situación afecta a migrantes de diversas nacionalidades.
Hasta el momento en 2023, se estima que alrededor de 350,000 migrantes han cruzado la peligrosa selva desde Colombia hacia Panamá, y se prevé que este año cierre con al menos 400,000 cruces, una cifra que supera ampliamente las estadísticas de 2022.