El Parlamento taiwanés aprobó a finales del año pasado la Ley de Anti-Infiltración, con el objetivo principal de fortalecer los mecanismos para la defensa de la democracia, proteger la estabilidad y el orden en los intercambios a través del estrecho.
Esta Ley es aprobada como una respuesta contundente del Gobierno de Taiwán al Presidente chino Xin Jinping, quien a inicio del año 2019 presentó una propuesta de cinco puntos para acelerar el proceso de unificación de Taiwán, intensificando su presión con tácticas de frente unido, infiltración y división que amenaza la seguridad nacional, el orden social y las políticas democráticas.
La aprobación de esta nueva ley viene a reforzar las leyes ya existentes relacionadas con las donaciones y cabildeos políticos, el referéndum, las elecciones y las destituciones del Presidente, Vicepresidente y funcionarios gubernamentales, entre otras. Igualmente, contempla una normativa de patrones de conducta y sanciones aplicables para defender la democracia, la soberanía y el orden democrático y constitucional.
Cabe mencionar, que esta ley se centra en los valores fundamentales de la democracia, por lo que esta nueva legislación de Anti-Infiltración, prohíbe a cualquier persona que acepte instrucciones de fuerza extranjera hostil hacer donaciones políticas, participar en campañas y cabildeos políticos, influir de forma negativa en asambleas y en el orden social, así como difundir información falsa con el fin de interferir en las elecciones del país. Lo cual permitirá asegurar que los ciudadanos taiwaneses pueden proseguir con los intercambios comerciales de forma normal y transparente a través del estrecho.