En la cúspide de su poder, gobernando como los Cesares, Chocolatito domina el vasto territorio del mapa mundial boxístico libra por libra
Por Roger Trujillo Jr.
Dice Kevin Bisch que “la vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento”; como leer “Amor en tiempos del cólera” de Gabriel García Márquez o ver en el ring a Román González; la suma y multiplicación humana del éxito rotundo en las páginas de los encordados.
Después de observar a Danny García y Thurman desinflados, sin el brillo que expertos pregonaban, frágiles, simples y predecibles, sin esa grandeza de welters venerados como Ray Robinson, Wilfredo Benitez, De La Hoya, Trinidad, o Leonard para desplazar al nicaragüense del sitio número uno casilla por casilla, tengo clarísimo que muchas cosas cambian, no todas, entre ellas la virtud y el talento de Chocolate para golpear otros cuerpos y deslumbrar.
Y es que Román tortura a su presa, la estruja como un felino al roedor, martillando con ambas manos al rival, lo suyo no es la prisa, la clave de su boxeo es el ataque constante, presionando sin perder la brújula. La cercanía a la redondez boxística en un solo cuerpo hoy sigue siendo Chocolatito, el es agresivo, incisivo con sus combinaciones arriba y abajo, arrollador tapando escapes, asimilando descargas sin dar marcha atrás, presionando cuando el desgaste de su oponente lo amerita para liquidar con la fiereza de Máximo a Cómodo.
Esta vez la defensa mandatoria al título que ostenta González será frente a un corajudo zurdo de incesante ataque frontal que podría por su estilo facilitar la victoria de Román por nocaut, no sin antes habernos entregado rounds de excitante intercambio como en el coliseo de la antigua Roma con sus gladiadores.
El poderoso latir que agitará el Madison Square Garden de New York el sábado 18 de Marzo será nuevamente esa combinación llamada Golovkin / Chocolatito, una dupleta estupenda, un par de invictos que serán observados por más de 15,000 mil personas persiguiendo con la mirada cada movimiento, esperando el golpe definitivo en la capital del mundo.
Aclamado por las distintas plataformas del periodismo mundial, Chocolatito subirá al cuadrilátero del Madison en plenitud de facultades tras meses de intensa preparación con nuevo entrenador en su esquina y la ausencia de quién fuera su coach durante tres de sus cuatro coronas mundiales.
Román no acribilla con lengua voraz a sus adversarios como lo hizo Alí, tampoco es un show magnificando el poder mediático al estilo Mayorga; porque en sus puños está su mejor lenguaje.
@RógerTrujilloJr (Miami FL USA)