El Centro Wells Fargo en Filadelfia, Pensilvania, cuna de la independencia estadounidense fue testigo de una noche de oradores de primera línea, especialmente en las horas estelares.
El preámbulo musical, calificado por los medios, como excelentes piezas oratorias estuvo a cargo del reconocido cantante y compositor estadounidense, Paul Simon, quien interpretó no sólo una de sus más reconocidas composiciones sino que la misma, sólo con su título, pintó de manera simbólica el momento por el cual atraviesa el Partido Demócrata: “Puentes sobre aguas turbulentas”.
Y fue precisamente ése, el tema sobre el cual pusieron mayor énfasis los oradores Corey Booker, primer senador negro que representa al estado de Nueva Jersey, quien fue presentado por la reconocida actriz estadounidense de origen latino y activista, Eva Longoria. Ese fue apenas el aperitivo para los fervientes seguidores del Partido Demócrata.
Un video sirvió para presentar a la que los medios han considerado como la inusitada estrella de la noche, la primera dama, Michelle Obama, quien hizo en su emotivo discurso referencias a su crianza, a la de sus hijas y a su matrimonio con el primer presidente afroestadounidense en la historia de este país, Barack Obama.
Y de una manera muy apasionada defendió y destacó las virtudes y fortalezas de la candidata demócrata, Hillary Clinton, al tiempo que de una manera muy discreta, pero contundente evidenció los defectos del opositor Donald Trump.
El discurso de la primera dama de Estados Unidos cautivó a la audiencia, que prácticamente lo escuchó y aplaudió de pie.
Posteriormente, el turno le correspondió a la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren, quien ha sido la más consistente de los demócratas en las gestiones de ataques directos contra Donald Trump, acerca de quien dijo que no es confiable, que no es honesto y que sólo piensa en el beneficio personal, y que en su convención republicana no presentó una idea concreta acerca de cómo resolver los problemas del país.
El cierre de la noche inaugural estuvo a cargo de Bernie Sanders, quien fue recibido por una apasionada apoteosis y un prolongado aplauso (tres minutos) por parte de sus seguidores.
El senador de Vermont no sólo reiteró las políticas que promovió a lo largo de su campaña primaria, sino que insistió en que esas iniciativas han sido incluidas en la plataforma de gobierno que será presentada por Hillary Clinton, entre ellas el apoyo a los trabajadores de la nación y la lucha contra el dominio político y financiero de las grandes corporaciones del país.
La primera noche de la convención demócrata concluyó con gran optimismo y con una substancial disminución de la incertidumbre que rodeaba al importante encuentro.
La del martes se perfila como una noche muy interesante. El discurso principal estará a cargo del ex presidente y, potencialmente, primer caballero de Estados Unidos, Bill Clinton.