Berlín – Alemania condenó la ola de violencia que se cobró el miércoles otras tres víctimas mortales en Venezuela y llamó al Gobierno del presidente Nicolás Maduro a velar por la seguridad de las manifestaciones masivas convocadas por la oposición.
“Condenamos la violencia como recurso de enfrentamiento político. Al Gobierno venezolano le cabe la especial responsabilidad de garantizar el derecho a manifestarse de forma pacífica y de evitar actos de violencia contra las protestas”, señala un comunicado emitido por el Ministerio del Exterior germano.
“El Gobierno germano apela a todas las partes a distanciarse de la violencia”, continúa el texto difundido en Berlín.
Asimismo, las autoridades alemanas demandaron a Caracas “que cumpla con los compromisos asumidos en el marco de las conversaciones internacionales del otoño de 2016, a saber, la puesta en libertad de todos los presos políticos, el reconocimiento de los derechos del Parlamento, la confección de un calendario electoral y la mejora de la situación económica y social de la gente, y que provea las condiciones para reanudar el diálogo nacional”.
Decenas de miles de personas salieron el miércoles a la calle en Venezuela para protestar contra el Gobierno de Maduro. Las fuerzas de seguridad y las milicias paramilitares cercanas al Ejecutivo intentaron disolver las protestas de forma masiva haciendo uso de gases lacrimógenos.
Dos manifestantes y un policía militar murieron por heridas de bala y unas 200 personas resultaron heridas. Los choques que se repiten desde el 4 de abril entre seguidores de la alianza opositora MUD y las fuerzas de seguridad se han saldado con ocho muertos, siete de ellos manifestantes, varios cientos de heridos y otros centenares de detenidos.
Las protestas comenzaron en rechazo a las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que despojó de sus atribuciones a la Asamblea Nacional (Congreso). Aunque el TSJ retiró los fallos, los diputados acusan a la institución de haber perpetrado un golpe. Maduro, por su parte, acusa a la oposición de querer fraguar un golpe de Estado con respaldo de Estados Unidos.