Más de 177 millones de consumidores que tienen acceso a dinero plástico arrastran deudas que incluso los dejan sin fondos para su jubilación
Un informe de la Reserva Federal de EE.UU. reveló que las deudas de tarjetas de crédito en ese país alcanzaron el nivel histórico de 1.021 billones de dólares en junio de 2017, una cifra que supera el récord anterior alcanzado en abril de 2008, cuando los consumidores norteamericanos acumularon un crédito pendiente de 1.020 billones de dólares.
El analista de CredicCards.com, Matt Schulz, advierte a Market Watch que este nuevo registro supone “una llamada de atención” y una “emergencia inesperada”, incluso “si siente que su deuda es manejable”.
Además, el crédito rotativo —relacionado con las cuentas corrientes o de ahorro asignado por el banco según los ingresos de sus clientes— ha crecido anualmente un 4,9 %, con lo cual más de 171 millones de consumidores tuvieron acceso a esas tarjetas en el primer trimestre de 2017. La mayor cantidad previa databa de 2005, cuando casi 163 millones de personas tuvieron dinero plástico.
Por su parte, un informe del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, uno de los 12 más importantes de EE.UU., publicó un informe que arrojó que la deuda colectiva en marzo de este año llegó a 12 billones de dólares.
Menos casas, más autos
Si se comparan estos montos con los de 2008, el tipo de endeudamiento ha cambiado. Antes, los créditos estaban destinados a sufragar la compra de viviendas, mientras que en estos momentos se emplean para adquirir vehículos y pagar estudios.
Así, mientras que la deuda relacionada con la vivienda cayó cerca de un billón de dólares desde 2008, los saldos de préstamos para automóviles son 367.000 millones de dólares más altos y los préstamos estudiantiles superan los 671.000 millones de dólares, según la Reserva Federal de EE.UU.
Si bien la deuda inmobiliaria ha disminuido desde 2008, las hipotecas aún constituyen la mayor parte del total de la deuda (un 67 %) a partir de 2016. No obstante, los préstamos estudiantiles han provocado que comprar casas resulte más difícil para los consumidores jóvenes y una disminución de los precios de los inmuebles, debido a que hay tasas más altas de morosidad en la devolución de préstamos estudiantiles.
Este estudio también confirmó que la edad de los endeudados ha aumentado debido a que padres y abuelos asumen los pasivos de sus hijos y nietos, por lo que podría mermar la cantidad de ahorros para cuando dejen de trabajar.
Según Market Watch, la pareja estadounidense promedio tiene ahorrados 5.000 dólares para su jubilación y solo un tercio de los estadounidenses que trabajan guardan dinero en cuentas patrocinadas por su empleador o con impuestos diferidos.