El fervor religioso de la población católica de León cumple 70 años de la celebración de la Gritería Chiquita o “de penitencia”, en agradecimiento a la intercesión de la Asunción de la Virgen María, quien en 1947 calmó la erupción del volcán Cerro Negro.
A través de una rueda de prensa en el Palacio Episcopal, Monseñor Bosco Vivas Róbelo, Obispo de la Diócesis de León, invitó a la feligresía a participar de los preparativos y a renovar la alianza de amor con la Madre de Dios.
“Quienes vivieron la experiencia explican que, para León en concreto, ésa situación era dramática, por que habían familias enteras que emigraron, abandonando sus enseres al ver que sus casas amenazaban con caerse por la cantidad de arena que acumulaban en sus techos”, remembró monseñor.
“A nosotros nos toca ahora, recoger ésa experiencia de fe que vivieron nuestros antepasados”, destacó Vivas, constó el portal el19digital.com.