“Deje a los hijos lo suficiente para que puedan hacer cualquier cosa, pero no lo suficiente para que puedan hacer nada”, recomendó el magnate
El inversor estadounidense Warren Buffett reiteró el compromiso de no dejarle su fortuna, estimada actualmente en alrededor de 100.000 millones de dólares, a su progenie.
En una nota presentada a los accionistas con motivo de la donación anual de 4.100 millones de dólares a cinco organizaciones benéficas, Buffett, de 90 años, hizo comentarios sobre la acumulación dinástica de la riqueza. En particular, afirmó que aunque eso “sigue siendo una opción” en EE.UU., “es aquí menos la norma que en la mayoría de los países, y su atractivo probablemente disminuirá”.
“Después de mucha observación de las familias súperricas, aquí está mi recomendación: deje a los hijos lo suficiente para que puedan hacer cualquier cosa, pero no lo suficiente para que puedan hacer nada”, dijo el inversor, y señaló que está “encantado” de que sus tres hijos “realicen esfuerzos filantrópicos que involucran dinero y tiempo”.
El anuncio de Buffett no significa que sus descendientes inmediatos, que tienen ahora más de 60 años, no hayan recibido nada del padre. Así, en 2014 The Washington Post informó que los tres habían recibido dos millones de dólares cada uno.
En la misma nota, Buffett informó que abandonaba su puesto de fideicomisario en la Fundación Bill y Melinda Gates, decisión que hizo pública pocas semanas después del divorcio de una de las parejas más ricas del mundo.
En mayo, el inversor reveló quién lo sucedería en su cargo en caso de ser necesario. El elegido fue Greg Abel, vicepresidente de operaciones no relacionadas con seguros de Berkshire Hathaway desde enero de 2018 y presidente ejecutivo del proveedor de energía Berkshire Hathaway Energy, sociedad cuyo 90 % pertenece a la citada compañía. Reuters reportó entonces que, según los planes de sucesión de Berkshire, se espera que un hijo de Buffett, Howard, se convierta en presidente no ejecutivo, mientras que los administradores de inversiones Todd Combs y Ted Weschler estaban en la fila para convertirse en directores de inversiones.