Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU votarán hoy un proyecto de resolución negociado ayer aquí para el despliegue de observadores de la organización en el este de la ciudad siria de Alepo.
Según el texto, los monitores de Naciones Unidas tendrían la responsabilidad de acompañar la evacuación de civiles y de combatientes antigubernamentales de la devastada ciudad, donde el ejército sirio y sus aliados lograron esta semana el control tras años de ocupación por terroristas y grupos armados.
El Consejo, presidido este mes por España, debía pronunciarse hoy sobre una iniciativa francesa para el despliegue de esos observadores, pero Rusia la consideró poco recomendable y circuló una alternativa.
Diplomáticos participantes en la reunión a puertas cerradas manifestaron a la prensa al salir sus expectativas de que el nuevo proyecto sea adoptado por unanimidad.
La representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, señaló que el documento francés sufrió modificaciones, a partir de la postura de Rusia, que insiste en rechazar las acciones promovidas por Occidente en el caso del Este de Alepo.
Washington, París y Londres, con el respaldo de varios países, acusan al gobierno sirio y sus aliados de crear una crisis humanitaria en la parte oriental de la urbe, hasta hace poco santuario de grupos terroristas como el Frente al Nusra y de extremistas llamados por Occidente ‘oposición moderada’, en la práctica la punta de lanza para imponer a Damasco un cambio de régimen.
Por su parte, el embajador francés aquí, François Delattre, explicó que la posposición hasta mañana de la votación permite a los miembros del Consejo de Seguridad consultar a sus respectivas capitales acerca del texto.
Su colega ruso, Vitaly Churkin, calificó de bueno el proyecto, después de adelantar unas horas antes de las negociaciones la posibilidad de un veto por Moscú.
En declaraciones a periodistas antes de la sesión de emergencia, el diplomático había calificado de potencial desastre la iniciativa francesa, por la falta de coordinación y preparación para semejante movilización.
Estados Unidos, Francia y Reino Unido buscan minimizar o ignorar el papel del gobierno sirio en la salida de la crisis y sus logros en la lucha contra el terrorismo impuesto al país levantino desde el exterior.
A juicio de Rusia, no puede lograrse acuerdo alguno, incluyendo en el campo humanitario, sin contar con Damasco, en sintonía con el respeto a la soberanía, la independencia y la integridad territorial de los Estados, plasmado en la Carta de la ONU.