El derecho civil brasileño contempla la posibilidad de que los animales “demanden judicialmente en su propio nombre” y hagan parte de un litigio en calidad de “persona jurídica”
Una jueza en Brasil aceptó una demanda por daños morales en nombre de un perro, cuyo dueño fue captado en flagrancia golpeándolo a las afueras de su casa en la localidad de Ponta Grossa, en el estado de Paraná, informó este miércoles la red O Globo.
De acuerdo con la decisión judicial, se consideró legítimo que el cachorro, conocido como Tokinho, figurara como “parte activa” del proceso en concordancia con el derecho civil brasileño, que contempla la posibilidad de que los animales “demanden judicialmente en su propio nombre” y hagan parte de un litigio en calidad de “persona jurídica”.
La demanda, con fecha del 26 de septiembre, fue impulsada por la ONG Grupo Fauna de Protección a los Animales con el objetivo de que el autor de las agresiones sea condenado a pagar una indemnización de 5.000 reales brasileños (973 dólares). Según indicó Isabella Godoy Danesi, abogada de la organización y representante legal de Tokinho, el dinero será destinado para la compra de alimento, vacunas y otros artículos que la asociación utiliza en las labores de rescate y recuperación de animales.
El proceso exige además una compensación para la ONG de 820 reales (160 dólares) por gastos de “alimentación, cuidado y seguridad” suministrados a Tokinho. Para esa entidad, lograr que el acusado sea condenado por daño moral “debe servir también para que pueda aprender de su error y no vuelva a cometerlo”.
La agresión
El pasado 20 de junio, una cámara de vigilancia captó al dueño de Tokinho asestándole certeros y repetidos golpes con un palo. Luego de la circulación de las imágenes por redes sociales y varias denuncias, la Policía y la Guardia Municipal acudieron al domicilio del hombre. Si bien las penas por delitos de crueldad animal pueden ser de hasta cinco años de prisión, un juez le otorgó ese mismo día la libertad provisional.
Entretanto, el perro fue recogido y llevado a un veterinario. A pesar de no haber sufrido lesiones visibles, tenía dificultades para mantenerse de pie y se presume que sufría de dolores agudos. Actualmente, el can se encuentra en un hogar temporal y a la espera de ser adoptado.