El resultado podría ayudar a conocer el riesgo de desarrollar enfermedades en el órgano envejecido dentro de 15 años
Científicos de la Universidad de Stanford (EE.UU.) descubrieron que pruebas de sangre podrían ayudar a detectar cuál de los órganos envejece más rápido en cada persona.
Según un comunicado de la institución, el estudio, en el que participaron más de 5.600 personas, demostró que los órganos envejecen a diferentes ritmos. Asimismo, encontró que el 20 % de los participantes presentaban un envejecimiento acelerado en uno de los 11 órganos principales y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades en ese órgano dentro de 15 años.
Los investigadores se centraron en sistemas de órganos o tejidos clave, incluidos el cerebro, el corazón, los pulmones, los riñones, el hígado, el páncreas, el intestino, el sistema inmunológico, los músculos, la grasa y el conjunto de vasos sanguíneos.
Tony Wyss-Coray, el autor principal de la investigación, publicada en la revista Nature, señaló que basta un simple análisis de sangre para estimar “la edad biológica de un órgano en una persona aparentemente sana”.
“El envejecimiento acelerado de los órganos confiere entre un 20 y 50 % más de riesgo de mortalidad, y las enfermedades específicas de órganos se relacionan con un envejecimiento más rápido de estos”, indica el estudio al destacar que el método propuesto, por ejemplo, podría “predecir el avance de la enfermedad de Alzheimer”.
Los resultados también sugieren que tener un corazón envejecido de forma prematura está relacionado con un aumento del 250 % de riesgo de padecer insuficiencia cardíaca, mientras que las personas con un cerebro envejecido eran más propensas a padecer demencia.
“Si podemos reproducir este hallazgo en 50.000 o 100.000 individuos, significará que al monitorear la salud de órganos individuales en personas aparentemente sanas, podremos encontrar órganos que están experimentando un envejecimiento […] y podremos tratarlos antes de que enfermen”, añadió Wyss-Coray.