Ciudad del Vaticano – Benedicto XVI festejó el pasado lunes su cumpleaños 90 junto a unos 50 invitados en la residencia “Mater Ecclesiae” del Vaticano, donde vive desde que renunció al papado, hace cuatro años.
La mayoría de los que se acercaron a saludar a Benedicto XVI en su residencia en los Jardines Vaticanos eran ciudadanos de su Baviera natal. “Este pecado está permitido”, dijo en broma el primer ministro bávaro, Horst Seehofer, quien se bebió un licor junto al religioso. Antes, habían brindado con cerveza. Seehofer regaló otros dos productos típicos de su región al homenajeado: salchichas y bretzeln (roscas de pan).
“Qué alegría que podamos reunirnos de forma tan linda bajo el cielo azul de Roma, que me recuerda al cielo azul y blanco de Baviera”, dijo por su parte Benedicto.
Entre los presentes estaban, además de Seehofer, su esposa Karin y el hermano de Benedicto, Georg.
Desde su retirada en febrero de 2013, Benedicto vive tras los muros del Vaticano con vista a la cúpula de la basílica de San Pedro, donde reza, lee, recibe visitas y pasea con su andador.
Si bien Benedicto cumplió años anteayer, domingo de Pascua, corrió el festejo un día para no coincidir con la festividad religiosa.
“Mi corazón está lleno de gratitud por los 90 años que me regaló Dios”, dijo.