DW
Berlín – Un tapiz del siglo XVI robado por un soldado estadounidense a finales de la Segunda Guerra Mundial de una casa de retiro de Adolf Hitler fue devuelto al estado federado de Baviera.
Cathy Hinz, hija del teniente coronel del Ejército estadounidense Paul Danahy, entregó el tapiz de lana al Museo Nacional Bávaro de Múnich.
“Esto es parte de mi vida”, señaló la mujer en relación al lienzo en el que aparece representada una escena de caza y que, durante años, colgó de las paredes de su casa familiar.
A pesar de los recuerdos, Hinz aseguró que ya era hora de que regresase a Alemania. “Pertenece a este lugar y estoy muy satisfecha de poder hacer algo al respecto”, añadió.
El tapiz sustraído de la casa de montaña que el Führer tenía Berchtesgaden (en la frontera con Austria) había sido comprado antes de la Segunda Guerra Mundial a una familia judía que regentaba una galería de arte en Múnich.
No obstante, no se trató de una venta forzada como sí lo fueron otras muchas efectuadas durante el Tercer Reich, en las que el régimen nazi obligada a los judíos a deshacerse de obras de arte.