Es la primera vez que la JMJ se celebra en Centroamérica, una región mayoritariamente católica
Inició la Jornada Mundial de la Juventud que reunirá a muchas personas en busca de un espacio único y en contacto de ellos con Dios.
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) comenzó oficialmente ayer martes en la capital panameña, un día antes de la llegada del papa Francisco, con una misa oficiada por el arzobispo de Panamá, que está lista para recibir “a todos los que vengan” a escuchar el mensaje del santo padre.
La organización local de la JMJ espera la llegada de al menos 100.000 peregrinos de todo el mundo que han completado su registro en el evento, de los que 36.000 ya se encuentran en el país, que ha puesto en marcha un amplio dispositivo de seguridad que involucra al menos 30.000 agentes.
Por la capital panameña pululaban alegres este lunes grupos de jóvenes peregrinos que ondeaban las banderas de sus países, en su mayoría de Centro y Sudamérica.
El papa, quien cerrará la JMJ el próximo domingo, oficiará misas, visitará centros de reclusión y hogares de acogida, entre otras actividades oficiales, en las que hará un llamamiento para que se dé oportunidades a todos los jóvenes de Centroamérica, ha dicho el arzobispo José Domingo Ulloa.
Los problemas de los jóvenes, especialmente los de Centroamérica con el drama de la migración, pero también una mirada a la defensa de la ecología serán los temas a los que se referirá el papa durante la JMJ.
Francisco pronunciará 10 discursos, entre ellos 3 homilías y un ángelus, durante su visita, la segunda de un papa a Panamá después de la de Juan Pablo II en 1983 en la que solo estuvo un día, y la primera de Jorge Bergoglio a este país.