El mandatario detalló que debe esperar “tres o cuatro días” para ver cómo evoluciona.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reveló que el accidente doméstico que sufrió en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial, el sábado pasado, “fue grave” y que debe esperar “tres o cuatro días” para ver su evolución.
En una conversación telefónica, que recoge la prensa, con Luiz Caetano, candidato del Partido de los Trabajadores (PT) a la alcaldía de Camaçari, en el estado de Bahía, el presidente calificó el accidente de “despropósito”.
“Estoy bien, tuve un accidente, pero fue una estupidez por mi parte. Fue grave pero no afectó ninguna parte delicada”, comentó Lula, que el domingo cumple 79 años.
Caída en el baño
El mandatario explicó que se “está cuidando”. “Cualquier cosa en la cabeza es muy fuerte”, añadió.
Según explicó la prensa, el sábado, Lula se cayó en el baño y se golpeó la nuca. En el hospital recibió varios puntos de sutura. Su médico informó que el mandatario tuvo una pequeña hemorragia cerebral.
Por este motivo, el presidente canceló su visita a la ciudad rusa de Kazán, donde tenía previsto asistir a la cumbre de los BRICS, que se celebrará del 22 al 24 de octubre.