Israel sigue oponiéndose a permitir que se envíe combustible a Gaza, aunque gran parte del enclave sigue sin electricidad para alimentar hospitales o desalinizar agua
El movimiento Hamás habría acumulado importantes reservas de combustible y de alimentos para prolongar durante meses las hostilidades con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), informa The New York Times (NYT), que cita fuentes gubernamentales de países árabes y occidentales. Según el medio, los funcionarios revelaron esta información bajo condición de anonimato, ya que procede de fuentes humanas, interceptaciones de comunicaciones y otros flujos de información de inteligencia.
Fuentes del medio señalaron que, mientras los suministros de primera necesidad están disminuyendo en Gaza, Hamás sigue estando bien abastecido, ya que el movimiento ha pasado años construyendo decenas de kilómetros de túneles bajo la franja, dónde acumula prácticamente todo lo que necesita.
“Hamás tiene cientos de miles de galones de combustible para vehículos y misiles; depósitos de municiones, explosivos y materiales para fabricar más; así como suministros de alimentos, agua y medicinas”, comentaron funcionarios a NYT. Además, una fuente libanesa estimó que las reservas del grupo serían suficientes para luchar durante tres o cuatro meses sin reabastecimiento.
Reservas de combustible
Mientras Hamás ha mantenido silencio sobre la situación de sus suministros, las autoridades de Gaza alertan que los abastecimientos de combustible de emergencia se están agotando rápidamente.
“Hospitales, ambulancias, camiones de bomberos y camiones de defensa civil están utilizando el suministro de combustible de emergencia del gobierno”, dijo el jefe de la oficina del Gobierno de Hamás en Gaza, Salama Maruf. El diario estadounidense señala que estas reservas de combustible están separadas de los entre 211.000 y 264.000 galones [entre unos 800.000 y 1 millón de litros] de gasolina y diésel que tiene el movimiento y que son mucho más pequeñas, según el Ejército israelí.
Sin embargo, Israel sigue oponiéndose a permitir que se envíe combustible a Gaza, incluso cuando gran parte del enclave sigue sin electricidad para alimentar hospitales, para desalinizar o bombear agua, encender hornos de panaderos o hacer funcionar Internet y los teléfonos móviles. Naciones Unidas, que lleva a cabo la mayor parte de los esfuerzos de ayuda humanitaria en Gaza, dijo el jueves que había “casi agotado sus reservas de combustible y ha comenzado a reducir significativamente sus operaciones“.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Jonathan Conricus, dijo a los periodistas que si los habitantes de Gaza o la ONU necesitaban combustible, deberían obtenerlo de Hamás.
“Hamás tiene combustible, pero tiene otras prioridades: proporcionar ventilación y suministro de aire para el sistema de túneles, para el lanzamiento, comando y control de misiles”, destacó el funcionario.