El hombre fue rescatado después que logró llamar la atención de un bote utilizando el reflejo del sol en su reloj de pulsera
Un pescador fue rescatado frente a las costas de la isla norte de Nueva Zelanda después de pasar 23 horas y media en el mar, informó la policía de Whangamatā este jueves a través de un comunicado oficial, donde se calificó el suceso como un “autentico milagro”.
El hombre, identificado como Will Fransen, salió el pasado martes a pescar en solitario en su bote, el ‘Betty G’, con la intención de regresar al día siguiente. En un descuido, se cayó por la borda cuando intentaba devolver al agua un pez aguja que había pescado a unos 55 kilómetros de la isla norte.
Incapaz de regresar a su embarcación, que se alejaba por el oleaje, Fransen intentó nadar hasta tierra firme, pero las corrientes marinas lo arrastraron a altamar, donde pasó la noche flotando en pleno océano. Tras su naufragio, un tiburón se acercó a “olfatearlo” por un tiempo, pero finalmente se alejó.
En la tarde del miércoles, un trío de pescadores que se encontraba a unos 600 metros detectó un “inusual” destello en el agua, por lo que se acercaron a investigar y se encontraron con Fransen, que intentaba “desesperadamente” llamar su atención utilizando el reflejo del sol en su reloj de pulsera.
De regreso a tierra, Fransen fue trasladado a un hospital para ser tratado por hipotermia y agotamiento. Las autoridades añadieron que aún se desconoce el paradero del barco, de 12 metros de eslora, por lo que se emitieron avisos de navegación para informar sobre cualquier avistamiento de embarcaciones a la deriva.