Los escalones pertenecen a la piscina de Siloé, construido hace 2.700 años, que formaba parte del sistema de suministro de agua de Jerusalén
Arqueólogos de instituciones israelíes desenterraron recientemente en Jerusalén ocho escalones de 2.700 años de antigüedad en la piscina de Siloé, el lugar donde, según los textos bíblicos, Jesús sanó la ceguera de un hombre.
“Las excavaciones en curso dentro de la Ciudad de David, el sitio histórico de la Jerusalén bíblica, particularmente de la piscina de Siloé y el Camino de Peregrinación, sirven como una de las mayores afirmaciones de esa herencia y del vínculo milenario que judíos y cristianos tienen con Jerusalén“, comentó a Fox News Ze’ev Orenstein, director de Asuntos Internacionales de la fundación Ciudad de David. “No simplemente como una cuestión de fe, sino como una cuestión de hecho”, añadió.
La piscina de Siloé es un monumento arqueológico e histórico ubicado en la zona sur de la Ciudad de David. Construido hace unos 2.700 años, el estanque era parte del sistema de suministro de agua de Jerusalén durante el reinado del rey Ezequías (716/15–687/86 a. C.) y aparece mencionado en el Evangelio de Juan en el episodio de curación de un ciego. La piscina fue destruida tras la caída de Jerusalén en el año 70 y con el tiempo acabó cubierta por los sedimentos originados por las lluvias invernales.
La “media milla más significativa en el planeta”
Durante la realización de unas obras de infraestructura acometidas por una empresa de acueductos se descubrieron, fortuitamente, algunos de los escalones de la piscina en el año 2004. Con respecto a todo el esfuerzo de restauración y conservación que se lleva a cabo, Orenstein explicó que, dentro de unos años, los visitantes apreciarán directamente los lugares históricos y podrán “ver con sus propios ojos, tocar con sus propias manos y caminar con sus propios pies sobre las mismas piedras que nuestros antepasados caminaron hace miles de años, mientras se dirigían a Jerusalén en peregrinación”.
“La media milla [poco más de 800 metros] que atraviesa la Ciudad de David, desde el estanque de Siloé en el sur, continuando a lo largo del Camino de Peregrinación, hasta las huellas del Muro Occidental, la Escalera Sur y el Monte del Templo, representa la media milla más significativa del planeta“, afirmó Orenstein. “No hay media milla en ningún lugar de la Tierra que signifique más para más personas —no para millones, sino para miles de millones— que la media milla que es la Ciudad de David”, subrayó.