“El entierro sacrificial y el consumo de caballos apuntan no solo a la riqueza y al estatus de la entidad política de Yaoheyuan, sino también a la disponibilidad de caballos en esta región”, señalan los investigadores
Arqueólogos han descubierto fosas de sacrificio con gran cantidad de esqueletos de caballo entre los restos de una ciudad amurallada de la Edad del Bronce en China.
Otros hallazgos sugieren que esa urbe alguna vez también albergó un palacio, cementerios y talleres tanto de alfarería como para la fundición del bronce.
Algunas de las osamentas estaban divididas en segmentos, por lo que los arqueólogos creen que los animales fueron desmembrados antes de ser arrojados al pozo. En total, encontraron los restos de 120 caballos apilados en capas, incluyendo a varios potros, recoge Live Science.
La ciudad conocida como Yaoheyuan estaba situada en las estribaciones de las montañas Liupan, al noroeste de China. La urbe fue un importante centro político y cultural durante la dinastía Zhou Occidental (1045–771 a. C.), según un estudio publicado en la revista Antiquity.
“El entierro sacrificial y el consumo de caballos apuntan no solo a la riqueza y al estatus de la entidad política de Yaoheyuan, sino también a la disponibilidad de caballos en esta región”, señalaron los autores en el estudio. De hecho, “los caballos eran uno de los recursos más importantes en el noroeste de China durante el período de Zhou Occidental”, agregaron.
Además, los arqueólogos desenterraron el primer sitio de fundición de bronce conocido de la mencionada dinastía, donde encontraron restos de una mezcla de arcilla que se utilizaba para fabricar moldes, hornos y cimientos de construcciones.
Entre otros artefactos hallados se incluyen matrices de cerámica, objetos de piedra, artículos de laca, vasijas cerámicas de celadón (esmalte de color verde claro) y huesos grabados con más de 150 ideogramas similares a los caracteres chinos actuales.