Cómo de película un hombre se hizo pasar funcionario penitenciario con grandes contactos en la esfera política, y decía que liberaba personas a nombre de Rosario Murillo
Un caso sin precedentes ocurrió días atrás cuando el señor Julio Rafael Monge López, en vez de buscar un empleo para obtener ingresos, prefirió hacer la estafa más ilógica de todas, haciéndose pasar como si trabajaba para el Sistema Penitenciario Nacional, y andar haciendo promesas de liberación de reos a los familiares de los mismos.
Monge López además de hacerse pasar como funcionario público penitenciario también “liberaba” a sus clientes, como si la polémica vicepresidenta Rosario Murillo Zambrana, girara la orden de ejecución libertaria desde la “cúpula del gobierno nicaragüense”.
El ahora procesado cobraba hasta 10 mil córdobas por reo. Pero lo hacía de manera bastante abierta al negociar la liberación de tres sujetos encarcelados por robo agravado, dicen las autoridades judiciales.
Una vez recolectado el efectivo lo estaría utilizando para la liberación de los tres condenados. Las víctimas corresponden a los nombres de Keith Pérez Santamaria, Elizabeth Santamaría y Suyen Quintero, utilizando el nombre de la esposa del presidente Daniel Ortega Saavedra, que habría girado la orden de liberación.
Más detalles de la estafa
Detalles a fondo revelan que todo ocurrió el 31 de octubre del 2016, cuando el “usurpador” llamó vía telefónica a las víctimas y les había hecho una oferta difícil de rechazar: la liberación de sus familiares si le entregaban dinero.
Logró la cita con los afectados el 3 de noviembre en el Mercado Roberto Huembes, les hizo la entrega de un documento falso que había sido firmado supuestamente por el ex fiscal Ernesto Hermida, y los estafados entregaron 10 mil córdobas, unos 336 dólares aproximadamente.
Recientemente el juez Walter William decidió declararlo culpable y se encuentra el debate de su castigo, donde el procurador Oscar Gutiérrez solicitó 3 años de cárcel, por haber usurpado las funciones públicas y 2 años de cárcel por la falsificación de documentos, pero la defensa del estafador pidió la pena mínima por los dos delitos que sumarían año y medio de prisión.
Desde la Redacción Central del diario La Jornada hacemos un extenso llamado a los ciudadanos si escuchan una oferta de este tipo fácil pero imposible de obtener, ya que en los últimos meses son más seguidas las situaciones donde estafadores manipulan la extrema necesidad de las personas y les hacen “una oferta que no pueden rechazar”.