Por Herminio Otero Martínez
En España hay 3.109 editoriales en activo, han aumentado en los últimos años. ¿Y los libros? Tras tres años de descensos, la edición editorial remonta y alcanza los 90.082 títulos publicados al año. O sea, cada día aparecen en España unos 250 libros o productos impresos nuevos. ¡Una barbaridad!
De cada 100 libros que se publican en España, 75 son en papel. Los precios del libro electrónico son más baratos que los del libro tradicional y por eso resultan más atractivos, sobre todo para el sector más joven de la población, aunque la sociedad madura sigue apostando por el papel. Todo ello ha activado a muchas empresas editoriales, que están en continua innovación en el sector digital.
Los lectores españoles han ido creciendo en los últimos años hasta llegar al 92% que declara leer. Casi el 89% asegura hacerlo, al menos, una vez a la semana. Se lee especialmente en el tiempo libre: 6 cada 10 españoles confiesen leer libros en sus momentos de ocio.
No sucede lo mismo en todos los países. En Perú, de los 30 millones de habitantes, solo 3 millones son lectores, cifra muy por debajo de los 10 millones en Chile (de 17,2 millones de habitantes) y 20 millones en Colombia (de 48).
En México, según la Encuesta Nacional de Lectura 2012, apenas un 57% de la población declara leer libros y el 30% manifiesta haber leído libros en algún momento de su vida, pero que ya no lo hace; mientras que 12% de quienes tiene 12 años o más declara que jamás ha leído un libro en su vida.
La tecnología ha reducido significativamente algunos negocios relacionados con la cultura, por ejemplo, el musical y el alquiler de películas. Amazon, detallista electrónico por excelencia, removió también el mundo editorial hace unos años con los libros electrónicos y con la comercialización directa de libros. Resultado: grandes librerías en Estados Unidos se vieron obligadas a reducir locales e incluso cerrar el negocio. Y sin embargo, hace medio año, la misma Amazon abrió su primera tienda física en Seattle (Estados Unidos). Y algunos piensan que la empresa tiene planeado abrir por lo menos 400 tiendas más: “Amazon ha recorrido un camino por el cual, a través de su plataforma de comercio electrónico y Kindle, entiende y sabe más que nadie cómo leen las personas, cómo compran libros las personas, de qué forman llegan a los libros las personas y de qué manera leen los libros. Y sabe mejor que nadie cómo abrir una librería física y hacer que eso sea un negocio”.
¿Eso significa que la digitalización de los libros llegó a su fin? Pedro Huerta, director para Contenido Kindle en Amazon, declaró recientemente que la empresa no ha renunciado al formato digital y que tampoco el formato en papel está fuera del mercado. El consumo digital –que comenzó en los años 2008 y 2009– sigue su curso. Los lectores tienen hoy la opción de comprar un libro en formato físico, digital o en formato audio (audiolibro). Y la tendencia para el futuro es que esos tres formatos sigan creciendo, aunque la demanda por los libros digitales se ha visto estancada, incluso en Estados Unidos, mercado donde tuvo gran acogida.
En América Latina la producción y el consumo de libros digitales son aún muy incipientes. Solo el 21% de la producción de libros es digital y la facturación alcanza solo el 1%, pues la industria editorial es muy reacia a acoger el formato digital.
En Perú, por ejemplo, más de 60% de las personas mayores de 18 años no conoce lo que es un libro digital, y los más jóvenes, pese a su contacto más cercano con la tecnología, también optan por el formato impreso, aunque el canal para conocer sobre los libros sea la plataforma digital.
Están llamados a convivir: el libro de papel y el digital coexisten por ahora, pero la lectura digital, poco a poco, gana terreno al papel.