Después de dos debates y a menos de un mes de las elecciones presidenciales, Hillary Clinton ha logrado mantener una clara ventaja en las encuestas, mientras Donald Trump, agoniza políticamente ensuciado por sendos escándalos de asalto sexual a mujeres en el pasado.
El camino hacia la Casa Blanca parece más estrecho para los dirigentes republicanos, quienes ahora están envueltos en una guerra civil con su nominado presidencial. El escándalo sexual de Trump ha sido la gota que derramó el vaso para líderes conservadores como el Presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, quien afirmó no defender más a Trump y tampoco acompañarlo en las apariciones políticas de su campaña presidencial. Incluso el candidato a la vice presidencia Mike Pence, dudó en continuar en la campaña previamente al debate presidencial del pasado domingo, evitando participar en un acto de campaña en favor de Trump.
La postura política de Trump durante el debate – en el cual atacó con mucha intensidad a Clinton – le hizo recuperarse con su base, y su vicepresidente, sin embargo, su nueva derrota política ante Hillary y nuevas alegaciones de más abusos sexuales hacen que el candidato pierda mucha credibilidad entre el electorado independiente de partidos políticos.
Esta semana las encuestas brindan una ventaja de hasta once puntos a favor de Clinton, una distancia entre candidatos que nunca ha sido rebasada a menos de un mes de la elección. Trump pierde en todos los estados claves y aun en otros adonde tradicionalmente el partido republicano domina como Arizona y Georgia. Clinton comanda nuevamente con 272 votos electorales mientras Trump se estanca con 196. Si el rechazo a Trump se mantiene en Florida, Pensilvania, Ohio, Virginia y Carolina del Norte, la victoria de Hillary Clinton sería abrumadora con alrededor de 400 votos electorales.
La nueva publicación de miles de correos electrónicos proveídos por wikileaks, no parece dañar el camino de Clinton a la Casa Blanca, aun cuando Trump ha amenazado con encarcelarla si es elegido presidente, sin embargo, el conocimiento de que Rusia está detrás de este espionaje, ha provocado un potencial conflicto entre las dos potencias nucleares.
Lastimosamente para el pueblo estadounidense, la carrera presidencial esta semana se ha convertido en una vulgar pelea que ha dejado a un lado la discusión de políticas públicas, y concentrado en una guerra de acusaciones sexuales entre Donald Trump y Bill Clinton, quien no es el candidato a la presidencia.
Defender a Trump es un trabajo muy difícil para los miembros de su campaña, pero en esta elección aun cuando políticamente agoniza, aún está vivo y hasta el ocho de noviembre el sueño presidencial continua, aunque a esta altura sea solo eso, un sueño.
Mientras Trump se queda solo en la recta final, Hillary Clinton cuenta con plena ayuda. En el camino electoral la acompañan el Presidente Barack Obama, y la primera dama Michelle Obama quienes cuentan con una inmensa popularidad; así como Bernie Sanders y el ex candidato presidencial Al Gore, quienes apelan por el voto de los jóvenes milenarios quienes aún no apoyan a Clinton de la manera como se espera.
Sin el voto latino, afroamericano, la mujer y el hombre blanco con educación universitaria, Donald Trump tiene que animar con mucha fuerza que exista un voto histórico entre los blancos sin educación superior, quienes son su base y quienes aman el carácter políticamente errático de su candidato. Más aun, entre esta población, por ejemplo en Utah a penas cuenta con el 22% de preferencia.
@waltermongecruz
Presidente Comisión Cívica Democrática