En el día que la nación celebra el día del Presidente, también se abuchea el primer mes de la presidencia de Donald Trump, el cual ha dejado una estela de caos político, mentira en casi cada informe que enuncia y una corrupción jamás vista en un Presidente.
La administración Trump aún no tiene un gabinete completo, debido a la mala reputación de algunos de sus nominados con respecto a sus ideales sobre inmigración, salario mínimo federal, y conflicto de intereses. Algunos confirmados han necesitado de la intervención del Senado con mayoría republicana y el Vicepresidente, después de fallar sus nominaciones en los comités bipartidistas. A esto se aúna el escándalo sobre la renuncia del Consejero de Seguridad Nacional para la Presidencia, General Michael Flynn por mentir sobre conversaciones con autoridades rusas para mediar en la reducción de sanciones a Rusia y el de la Consejera del Presidente Kellyanne Conway en un claro caso de corrupción por utilizar su posición política para promover la marca comercial de la hija de Trump, Ivanka después que la cadena Nordstrom decidiera retirar sus productos de las tiendas.
La mayor derrota sufrida por Trump ha sido la suspensión de su orden ejecutiva sobre inmigración en contra de los musulmanes, la cual ha sido tan categórica como la respuesta del Presidente mexicano Peña Nieto de rehusarse a pagar por el muro fronterizo o la del ex Primer Ministro de Suecia al preguntar ¿Qué es lo que fuma Trump? Ridiculizándolo, al aludir un ataque terrorista en ese país que nunca sucedió.
La mentira ha sido fundamental para el gobierno de Trump, empezando con la más grande de todas al manifestar que millones de personas votaron ilegalmente, hacer uso de números erráticos al clamar el índice de crimen y desempleo en la nación, exagerar número de empleos que empresas han prometido crear en USA, mentir sobre el costo del muro fronterizo y quien pagara por su construcción, sobre las redadas migratorias que capturan no solo personas con record criminal, sobre mostrar sus impuestos al ser Presidente, mentir al decir que residiría en La Casa Blanca únicamente, y que tenía un plan de salud mejor que obamacare, mentirle a la nación al acusar a los medios de prensa como enemigos de Trump y Los Estados Unidos. La vergüenza más enorme de la actitud de esta administración consiste en que el Secretario de prensa, Sean Spicer, y la Consejera a la presidencia Kellyanne Conway, quienes sin mediar en la ética política que sus posiciones exigen al promover la imagen del Presidente, han hecho desde el primer día de gobierno un habito el defender las mentiras de su jefe y otros personajes del recién instalado gobierno con mentiras propias y acusar a los medios de prensa de manipular la verdad en contra de Trump.
Trump ha dejado una marcada estela de corrupción, el mayor acto es que el Presidente ha decidido utilizar la propiedad familiar del exclusivo club Mar a Lago en Florida para hacer trabajo presidencial cada fin de semana, haciendo uso del tesoro público para pagar por su estadía en ese lugar. El exclusivo club ha doblado el valor de membresía desde que el Presidente se hospeda allí. Igualmente, el dinero público es utilizado para pagar por la estadía de la Primera Dama en Trump Tower en NY, y en los viajes de sus hijos a Uruguay y Emiratos Árabes Unidos para promover la apertura de nuevos hoteles de la familia Trump. El costo para los contribuidores estadounidense ha sido de quince millones en el primer mes de su presidencia. China además ha brindado poder absoluto al Presidente sobre la marca Trump en ese país, alarmando así al comité de ética presidencial sobre los abusos de poder que este presidente ejerce por su posición política.
La Casa Blanca de Trump es caos, mentira y corrupción, y las protestas nacionales hoy clamando: Día de ¡No es mi Presidente! Reflejan la lucha política que endura en la nación.
@waltermongecruz
Presidente Comisión Cívica Democrática