Gráfico del impacto.
Por Guillermo Jovel – La trayectoria del Huracán Melissa no es solo un mapa meteorológico; es un espejo que refleja la injusticia geográfica y la paradoja de la vulnerabilidad en el mundo.
La Lotería de la Desgracia: Geografía y Destino.
El primer y más evidente factor es el destino geográfico. Jamaica, pequeña nación insular, se encuentra en la “línea de fuego” del Mar Caribe, una de las cuencas de ciclones más activas. Su geografía significa:
Exposición Total: No hay grandes masas continentales para debilitar al ciclón. Lo que se acerca, llega con toda su furia.
Resiliencia Saturada:
Un solo huracán de lento movimiento puede paralizar todo el aparato productivo, destruir infraestructura crítica (hospitales, carreteras, puertos) y eliminar años de desarrollo económico en 48 horas.
En contraste, Centroamérica, incluida El Salvador, se beneficia de un “muro de contención” implícito en la configuración sinóptica. La curvatura natural del viento y la configuración de las altas presiones y las vaguadas en altura han empujado a Melissa lejos.
Esta “salvación” es un recordatorio de nuestra constante, pero a veces olvidada, dependencia de la suerte atmosférica.
Hoy nos sentimos aliviados no por una mejor preparación, sino porque la naturaleza decidió mirar hacia otro lado…
¿Cuándo volverá a mirarnos, con su furia de frente?
La Injusticia Geográfica y la Paradoja de la Vulnerabilidad.
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Opinión.
La trayectoria del Huracán Melissa no es solo un mapa meteorológico; es un espejo que refleja la injusticia geográfica y la paradoja de la vulnerabilidad en el mundo.
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— Guillermo Jovel (@GuillermoJovelR) October 25, 2025
