La noticia ha dado la vuelta al mundo.
Tomado de elsalvador.com
Lo que parecía un fuerte despliegue de seguridad policial rutinario para proteger a un exgobernante y a su familia, que celebraban la boda de un hijo en la Hacienda de Los Miranda, se convirtió en operativo para capturar al expresidente Antonio Saca, a su exsecretario de Comunicaciones, Julio Rank, y al exsecretario de Juventud, César Funes.
Era pasada la medianoche. Aún había música e invitados departiendo, cuando llegó un contingente de policías élite buscándolo. El centro de recepciones, en Antiguo Cuscatlán, fue acordonado por pick ups y patrullas policiales de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO).
Los agentes se apostaron en las entradas del mismo y no permitieron la salida ni entrada de personas de sus instalaciones, según relatos de algunos asistentes.
Fuerzas especiales de la Policía ingresaron al lugar y preguntaron por el expresidente Saca, quien minutos después salió al estacionamiento para atenderlos.
Con el ex gobernante también fueron detenidos su exsecretario de comunicaciones Julio Rank, y el exsecretario de Juventud, César Funes, que también estaban en la celebración.
El expresidente “está bien, está fuerte, fortalecido, con fe en Dios, consciente de que será una batalla dura pero que él la sabrá vencer y a través de las pruebas demostrará su inocencia”, dijo su abogada
La detención se efectuó por orden de la Fiscalía General de la República (FGR) y por los delitos de peculado, otras formas de lavado de dinero y agrupaciones ilícitas. “Fue capturado por orden del señor Fiscal General de la República”, confirmó la abogada.
La abogada explicó que estuvo presente desde que llegaron a capturarlo hasta que fue recluido en la DAN.
El arresto se produce dos semanas después de que el exsecretario Privado de Saca, Elmer Charlaix, fuera enviado a juicio por presunto enriquecimiento ilícito de $18.7 millones por el pleno de la Corte Suprema de Justicia.
El magistrado Sidney Blanco, presidente de la Comisión de Ética y Probidad de la Corte, declaró la semana anterior que a nombre de Saca se libraron más de $15 millones y fueron trasladados a la cuenta de Charlaix.
Charlaix movió “cantidades exorbitantes” de dinero de la Presidencia hacia el expresidente Saca.
Sobre los acusados pesan tres delitos: peculado (desvío de fondos o bienes públicos), lavado de dinero y agrupaciones ilícitas, que tienen penas de tres hasta 15 años de cárcel.